El centro de menores de La Esperanza de Ceuta, ubicado en la barriada de Hadú, ha organizado un acto para visibilizar su rechazo a la violencia de género. Un acto que ha contado con la implicación de los acogidos, que han participado junto a los educadores en la realización de distintos trabajos. De entrada han colocado en la entrada del centro 41 mariposas con el nombre de las mujeres que han sido asesinadas en lo que va de año. Y han colocado además mensajes alusivos a esta lacra, simbolizados junto a señales de tráfico de prohibición.
Con las restricciones sanitarias del coronavirus, se ha prohibido la salida a la calle para repartir los pin por lo que en esta ocasión no se han hecho las mariposas que siempre se regalaban en la vía pública, como forma de sensibilización social y ejemplo de lucha y respuesta.
Los menores marroquíes que se forman en este centro se han implicado como siempre, como lo hacen con otro tipo de actos que se organizan bien por conmemoración concreta de fechas o bien para coparticipar en esa respuesta social que se da ante la violencia ejercida contra la mujer, que sigue destrozando familias y que ejemplifica la falta de superación de estos problemas.
Hubieran querido salir a la calle para repartir las ya tradicionales mariposas que elaboran para simbolizar ese rechazo a estos actos violentos que se ceban con la mujer. Pero es imposible llevar a cabo estas actuaciones por cuanto suponen nuevos riesgos en la salud de todos. Llegará otro año en el que todo esto del covid será una pesadilla y los menores podrán volver a participar de este tipo de actos en los que se esmeran como parte de esa labor de integración que llevan a cabo y que desgraciadamente no copa protagonismo en los medios de comunicación.