El perro es el mejor amigo del hombre, y es que pocos animales son tan cariñosos y fieles como ellos. Los más de 50 animales que hay en la Protectora de Ceuta también están sufriendo las consecuencias del coronavirus.
La entidad funciona con menos voluntarios para pasearlos, las visitas de adoptantes o familias de acogida son a cuenta gotas, no hay posibilidad de trasladar animales a Francia o de financiarse con la venta de productos en la calle. FaroTV se desplazó hasta la Protectora de Animales de Ceuta para conocer cuál es su situación, una situación alarmante en estos momentos por la saturación de animales y las condiciones de las instalaciones, por lo que piden ayuda.
“Es una situación muy complicada. Por un lado, nos encontramos saturados porque nuestros aislamientos están llenos y claros nos hacen falta para pasar cualquier animal que venga de la perrera municipal, por si tenemos algún perro enfermo, si tenemos que operar, castrar y nos vemos faltos de espacio. Por otro lado, tenemos patios que podrían estar ocupados por otros animales pero que al no poder disponer de aislamientos para tenerlos en cuarentena y que vayan sociabilizando poco a poco, no llegan porque estamos completos. Entonces, nos encontramos entre la espada y la pared de no poder trabajar con todos los animales”, comentaba Rocío Ríos, miembro de la Junta Directiva de la protectora.
La situación es preocupante en cuanto a capacidad del centro. Actualmente la Protectora se encarga de alimentar, llevar al veterinario o sacar de paseo a unos 60 perros, mientras que la cifra de gatos es “bastante mayor” pues hay unos 250.
Y las salidas de animales hacia Francia de marzo y la que estaba programada para el próximo sábado, 14 de noviembre, también se han cancelado. “Después de haber hecho un esfuerzo muy grande por las circunstancias del COVID cuando ya teníamos todo preparado con el camión y las analíticas listas para que 49 animales salieran de aquí y nos vemos de nuevo con las puertas cerradas. No se niegan a llevárselos, pero hay que esperar a que esta situación se calme un poco con el COVID, pero no tenemos más tiempo”, continuó.
Sin embargo, el problema real de la Protectora en estos momentos es la financiación y el estado de las instalaciones. “Económicamente desde que entró la nueva Junta hemos tenido muchos gastos y estamos intentando reformar la protectora porque está desgastada por el tiempo y el uso que se le ha dado y nos vemos muy abrumados porque tenemos un presupuesto que se nos queda muy corto”, explicó Rocío Ríos.
Los dos trabajadores y ocho voluntarios con los que cuenta la entidad se organizan en turnos rotativos de mañana y tarde para coincidir siempre las mismas personas, con el fin de evitar que, si alguien se contagia de COVID-19, lo pase al resto. Son muchos menos voluntarios que en años anteriores.
Las adopciones también están muy paralizadas. No son muchos los que se animan a adoptar a un compañero de vida como puede ser un perro. Uno o dos animales salen al mes, pero esto no es nada para los 40 o 50 abandonos que puede haber. Eso es lo más importante en estos momentos, concienciar a los ceutíes de que no abandonen a sus animales porque la Protectora está al completo y sin espacio para admitir un animal más. Aunque algunos como Pepe, tienen suerte y consiguen encontrar un amigo fiel y un hogar en el que vivir.
Gran labor la que realizan . Se ven limpios y sanos, hacen bien su trabajo. Enhorabuena y mucha suerte. A ver si el gobierno ceuti apoya a la protectora.