El cierre de la frontera del Tarajal ha generado el repunte de otras vías para introducir en Ceuta el hachís procedente de las plantaciones de Marruecos. A la salida de grandes alijos en las narcolanchas que surcan la autopista del Estrecho se suman ahora los pequeños enlaces, los que buscan garantizar esa entrada por goteo que antes hallaba en el paso terrestre su sustento. De los dobles fondos de los coches o el adosado a los cuerpos de las miles de personas que cruzaban el Tarajal, se ha pasado a la utilización de marroquíes que acceden a Ceuta nadando y a los que se les coloca uno o dos fardos con hachís para que los pasen ejerciendo de motores humanos.
Desde el estado de alarma y conforme se generalizó la entrada de marroquíes a nado, ha aumentado el número de decomisos de hachís de esta forma. Muchos de sus pasadores han sido penados con más de 3 años de prisión, representan un modo de vida demasiado arriesgado pero la única manera de abandonar Marruecos, llegar a España y ganar, en el camino, algo de dinero.
A los motores humanos se suma el tráfico de hachís en kayak o motos de agua. Esta misma semana el Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta dictaba dos condenas por tráficos usando esta vía y cometidos en verano. Dentro de esta fórmula de escape se incluye no solo la ocultación del hachís dentro de las propias embarcaciones, sino en el interior de los chalecos salvavidas, como en ocasiones ha podido aseverar la Benemérita.
A los motores humanos, motos de agua y kayaks se suma el empleo de un dron para la introducción de pequeñas cantidades que puedan ser soportadas en las travesías. Un caso ha sido detectado por el Instituto Armado, pero sus agentes sospechan de más dado el empleo sospechoso de estos aparatos en puntos concretos y en horarios elegidos, teniendo conocimiento de que sus controladores tienen enlaces al otro lado de la frontera para organizar las pequeñas cargas.
La Guardia Civil sigue con la investigación orientada a dar con el controlador del dron cuya caída accidental desveló el empleo para un pase de drogas. Una vía más usada por las pequeñas redes de tráfico de hachís que buscan cualquier escape posible para introducir ese ‘paso de las hormigas’ que siempre permaneció activo en un paso fronterizo en el que era inviable hacer registros a todas las personas que accedían desde Marruecos y que nunca llegó a tener una explanada de registro de coches.
Entonces queda demostrado la cantidad de hachis que dejaban (si, dejaban) entrar por la frontera, lo que tambien demuestra lo bien que se controlaba dicha frontera, pero bueno, no pasa nada, la frontera con España esta antes y despues del barco. España misma demuestra que esto no es España.
Me gustaria saber el numero de detenciones por trafico de hachis en los ultimos años realizadas en la "frontera" de Ceuta con Marruecos, ibamos a reirnos todos.