Al menos media docena de inmigrantes marroquíes entró esta pasada noche en Ceuta después de bordear el espigón del Tarajal. Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil los rescataron tras recibir el aviso de su salida en distintos grupos, sin que los agentes de Marruecos activaran a sus efectivos para abortar dicha entrada. Nada que ver con lo ocurrido horas antes en Benzú, cuando un inmigrante intentó llegar a nado desde Beliones hasta la barriada de Ceuta, siendo interceptado por una embarcación de agentes marroquíes que partió hasta cruzar incluso el espigón para hacerse con el inmigrante, que fue retornado a su propio país de origen.
Ambas historias fueron las dos caras de una misma moneda, los dos tipos de historias migratorias que tuvieron como escenarios los espigones que hacen frontera con el vecino país, aunque con distinto final. En el caso de Benzú, el intento por llegar a nado a Ceuta quedó frustrado prácticamente al momento; en el caso del Tarajal ninguna de las salidas de nadadores llevada a cabo desde la playa marroquí fue vetada por Marruecos, haciéndose cargo la Guardia Civil de la al menos media docena de nadadores que consiguió llegar a la ciudad.
En el caso de todos los rescatados, deben ser atendidos para pasar su cuarentena en el antiguo hospital de la Cruz Roja. Se les hace firmar un papel para que pasen allí el tiempo estipulado, aunque por ley y al no haber un estado de alarma no puede obligarse legalmente a un confinamiento salvo que exista una orden judicial. Es por ello que, como sucedía cuando estaban en otros puntos, se están registrando 'fugas' de estas personas que no pasan los 14 días en las viejas instalaciones que funcionaron hasta 2010 como hospital civil.
A los inmigrantes nadadores que llegan a Ceuta con el ánimo de cruzar a la Península se oponen los atrapados que buscan todo lo contrario, volver a sus hogares por lo que intentan salir ante el convencimiento de que la frontera no abrirá en meses y la vuelta a su tierra se presenta improbable si no arriesgan todo a una fuga a la desesperada. Hombres y mujeres repiten esta auténtica odisea.
¿ y por qué no organizar un campeonato? . Se le da un premio al que llegue antes, pero que lo entregue el rey de Marruecos allí, el Sr Vivas no, que si no se pone de moda y hay que pagarlo también y por si fuera poco vienen de vuelta.
Es tan fácil como impedirle que entren y dejarlos en el espigón y que se vayan andando por encima hasta Marruecos
TODO UN CIRCO DE PAÍS Y DE CIUDAD, Y AQUÍ SI HACER NADA SOLO A ALIMENTAR BARRIGAS DESAGRADECIDAS.