Que tres individuos desembarquen en Ceuta con el encargo de secuestrar a una persona y encuentren aquí la logística y apoyo necesarios para disponer de armas y punto de ocultación del ‘objetivo’ lleva a sostener la existencia de una cobertura, sobre cuya desarticulación trabajan los investigadores de la Policía Nacional. Por eso la única versión oficial que de momento ha querido ofrecer la Jefatura Superior sobre los hechos acontecidos en la barriada de Benítez en la noche del pasado viernes al sábado, que fueron adelantados por El Faro y FaroTV, ha sido que “no se descartan más detenciones”.
Los tres detenidos, de origen franco-argelino, permanecen en dependencias policiales mientras el CNP sigue haciendo gestiones a través de las unidades de investigación para detener a más implicados en lo que fue un secuestro frustrado por la rápida y oportuna intervención de una unidad de la UPR de este Cuerpo. Estos tres sospechosos, marcados como los presuntos sicarios, llegaron procedentes de la Península única y exclusivamente para detener ilegalmente a la víctima, un joven que permanece en el Hospital Universitario, estable -según Ingesa-, tras las lesiones que sufrió producidas por el impacto con objetos contundentes, posiblemente piedras.
De acuerdo con los datos que ha podido conocer este periódico, cuando irrumpió la Policía abortando el secuestro buscado, la víctima ya había sido introducida en el maletero del coche que traían los detenidos -modelo Golf-, quienes habían abordado a su objetivo que iba en otro vehículo modelo BMW.
La víctima tuvo que ser trasladada por una ambulancia al Hospital ya que además de estar ensangrentado y golpeado -se le tuvo que realizar un TAC-, se encontraba aturdido por la situación vivida. La actuación de los agentes de la UPR que se toparon con este suceso fue determinante para que no se produjeran consecuencias fatales. La detención de los tres implicados no fue sencilla, ya que se mostraron violentos resistiéndose a la detención, forcejeando y llegando a intentar arrebatar el arma a uno de los agentes, llegando a producirse disparos que fueron los que alertaron a todos los vecinos de la zona y, sobre todo, los más próximos al edificio El Regajo, en las inmediaciones de la subida a la carretera que conduce al Pantano. El vehículo que ocupaban los policías sufrió importantes daños al ser embestido por los implicados para evitar que fueran bloqueados en su huida. Los agentes que lo ocupaban sufrieron lesiones, aunque oficialmente no se han detallado las mismas. La situación, de riesgo a todas luces, fue evidente no solo para la propia víctima cuyo futuro inmediato pasaba por la exigencia de un rescate a costa de perder su vida, sino para los agentes actuantes que tuvieron que enfrentarse directamente a los detenidos.
Una de las claves de esa investigación está en la declaración de la víctima sobre lo acontecido para aclarar los datos que necesita la Policía en el marco de una investigación abierta y que, según fuentes conocedoras de la misma, está vinculada con un tema de lanchas.
Y este es el resultado que se tiene, hasta el momento, de uno de los sucesos más impactantes acontecido en las últimas horas, que llevó a la movilización de componentes de la Policía Nacional, Local y Guardia Civil.
Por la zona se hicieron batidas para localizar a más personas implicadas, haciéndose uso de cámaras térmicas manejadas por agentes de la Benemérita para dar con más individuos a los que sigue buscando la Policía Nacional, por su presunta relación con este episodio delictivo. Los dos vehículos implicados están en posesión de la Policía para su análisis por parte de la Unidad Científica así como para su registro, buscando datos que lleven a conocer la trayectoria seguida en Ceuta por los arrestados.
Los vecinos de las zonas cercanas vivieron con inquietud la operación prácticamente en directo, un despliegue que contó con la implicación de gran cantidad de agentes sobre todo porque se desconocía si había más personas escondidas por el lugar y con armas. Se estuvo registrando al detalle una zona de matorrales y se cortaron los accesos a todas las vías que conectaban con este punto por carretera.
Nada nuevo, suele pasar, como ocurre en la Costa del Sol.
País de pandereta!!!!!!!!!!!!!!
Y quien es la "victima"? Esto no pasa así por asi
Este tipo de delito, en EEUU, se castiga hasta con 50 años de cárcel; veremos cuantos cumplen aquí.
Los dejaran en linertad a espera del juicio y se largaran
no te quepa duda