Les escribimos estas palabras como agradecimiento al cariño y acompañamiento que recibimos de la gran familia militar en el funeral de nuestro querido esposo, padre y abuelo. Nos han conmovido todas las muestras de reconocimiento y admiración transmitidas a través de los distintos medios, así como el apoyo incondicional que estamos recibiendo de nuestros familiares y amigos.
El pasado 3 de agosto, vivimos uno de los momentos más duros que puede vivir una persona, la despedida de un ser querido. De camino al tanatorio, nos sentíamos desolados por la ausencia de nuestros familiares debido a las circunstancias que estamos padeciendo en estos momentos.
Llegamos a las 8:35 am y nos sorprendió gratamente la presencia del Ilustrísimo Sr. D. Antonio Armada Vázquez Coronel Director de la Academia Militar de Infantería de Toledo junto con el Teniente Coronel D. José Durán, esperándonos a la entrada. En ese momento supimos que nuestro querido esposo, padre y abuelo tendría su merecida despedida. El Coronel nos brindó unas emotivas palabras sobre la figura personal y profesional del Ilustrísimo Sr. D. Juan Manuel Roel Fernández Coronel de Infantería que nos conmovió y nos permitió tener entereza durante el funeral.
Poco a poco se fueron uniendo amigos y compañeros y entre todos nos fueron arropando. Don Jesús (Párroco de Santiago el Mayor) y Don Ricardo nos obsequiaron con una ceremonia funeral muy entrañable y con una emocionante homilía, y junto con la familia militar nos regalaron “La Muerte no es el final “durante la eucaristía. No tenemos palabras para expresar lo que sentimos en ese momento.
En el responso, con su cuerpo presente y a iniciativa del Ilustrísimo Sr. D. Antonio Armada Vázquez, nos despedimos de él cantado 'El novio de la muerte'. Fue el mayor honor que pudo recibir en su último adiós.
Como esposa, hijos y nietos, nos sentimos muy orgullosos de él y percibir que ese orgullo y admiración es sentido también por sus compañeros y amigos nos llena de gozo y satisfacción.
Estaremos siempre agradecidos a la familia militar, a todos los valores que representan y que con orgullo él nos ha inculcado.
Siempre tendremos en nuestro corazón a los que vinisteis corriendo a casa, aquella mañana del 2 de agosto, a ayudarnos ante tan inesperado acontecimiento y nos arropasteis y cuidasteis en tan singular situación.
Desde nuestra querida Ceuta hemos recibido el afecto de todos aquellos, tanto del ámbito civil como castrense, que compartieron la vida militar con nosotros. Y a ti querido esposo, padre y abuelo, decirte que te sentimos a nuestro lado, siempre unidos, te queremos y agradecemos el inmenso legado de enseñanzas y amor que nos dejas.
¡¡VIVA ESPAÑA!! ¡¡VIVA LA LEGIÓN!!