“Se ha hablado mucho de los retenidos en Ceuta y de los atrapados en Marruecos, pero nada de los que queremos ir a Ceuta. Somos los grandes olvidados por el Gobierno de España. Marruecos dice que este no es nuestro país y el Gobierno de Ceuta no ha movido ni un dedo por los que nos hemos quedado aquí. Somos ceutíes y estamos a pocos kilómetros de nuestras casas”, comienza explicando al otro lado del teléfono S.M., una ceutí de 45 años que lleva desde marzo atrapada en Castillejos con su familia.
S.M.,vecina de Hadú; su marido, su hijo de 12 años y su niña de 6, salieron hacia Marruecos el pasado 12 de marzo por la tarde para ir al bautizo de una sobrina “por parte de mi marido, que él sí es marroquí”. Tal y como hacen cada vez que van al país vecino, apagaron el móvil porque “nunca tenemos cobertura”.
“Al día siguiente cuando nos hemos levantado nos enteramos de la noticia. Ese día nos fuimos para la frontera porque el 13 aún estuvo abierta. Fuimos y ya estaba cerrada. Una semana después, abrieron para los españoles pero a mi marido como solo es residente no le dejaron pasar. No me iba a ir sin él y nos quedamos todos aquí. Alquilamos una casa en Castillejos para estar cerca de la frontera para ver si abría, pero nada”, explicó la ceutí.
Después de cuatro meses en una casa de alquiler y comiendo lo que compran en un supermercado cerca de casa -“aunque a mis hijos no les gusta nada la comida de aquí”-, ya se lo toma con humor “porque de otra manera tampoco hemos conseguido nada”.
“Marruecos dice que este no es nuestro país y el Gobierno de Ceuta no ha movido ni un dedo”
Ahora confiesa que está más tranquila desde que el 15 le llamaron para comprar los billetes del ferri que saldrá desde Tánger a Algeciras este viernes, 24 de julio. 226 euros les ha costado el billete para los cuatro y para el coche, un precio que no considera caro “comparado con lo que está pagando la gente que viene de Francia”. Aunque “aquí hay gente que no puede pagarlo”.
Hace unos días fueron hasta la frontera del Tarajal para “renovar la carta verde del coche para poder subir al barco” y la frontera “parece otra, sin gente y sin coches”. Una imagen inusual que se repite desde que Marruecos decidiera cerrarla y que parece que aún no tiene fecha de apertura, tampoco para los ceutíes que están en el lado marroquí.
“Soy nacida en Ceuta, de padres españoles y con hijos españoles. Aquí hay miles y miles de personas de Ceuta esperando a poder entrar en su ciudad. El Gobierno se ha olvidado de nosotros. Tenemos que irnos por barco estando a cinco minutos de nuestras casas. Nadie ha hecho nada”, continuó.
Eso ha provocado que entre todos se hayan ayudado los unos a los otros. “Lo hemos pasado fatal y no soy la única. La gente de Ceuta se ha estado ayudando unos a otros, con comida o con lo que pueden. Por ejemplo, nosotros vinimos sin ropa de verano ni nada y con el confinamiento no podíamos salir a comprar ni nada”, prosiguió.
“La gente de Ceuta se ha estado ayudando unos a otros, con comida o con lo que pueden”
Poco a poco, Marruecos comienza a levantar el confinamiento. “Aunque aquí en Castillejos no hay casos y ya se puede salir, intentamos lo menos posible por los niños. Gracias a Dios que al niño, que es asmático, no le ha dado ninguna crisis y también es cierto que los colegios de los dos se han preocupado mucho y nos han ayudado con todo el papeleo para el curso que viene”, relató.
Esta familia podrá volver este viernes a Ceuta “si todo va bien”. Pero “hay muchas familias aquí, a menos de diez kilómetros de sus casas y viendo desde la azotea Ceuta”. Esta vecina de Hadú asegura que “ahora estas miles de personas están calladas”, pero si la frontera del Tarajal sigue cerrada mucho tiempo más y “llega finales de agosto, la vuelta a los colegios, los trabajos y todo... se va a liar”, concluyó.