El centro de acogida de menores en Piniers fue una de esas soluciones rápidas de las que echa mano la clase política para parchear los problemas. El objetivo era desmasificar ‘La Esperanza’ y acoger, también, a los menores marroquíes a los que se les confinó en el polideportivo Santa Amelia. Lo ocasional se ha convertido en permanente y las consecuencias de esa improvisación la están pagando, principalmente, los vigilantes de seguridad, aunque también trabajadores que prestan servicio y que han sufrido agresiones físicas y verbales. Las alertas han saltado esta semana cuando se ha detectado un aumento de las mismas hasta convertirse ya en casi diarias.
“Es una sensación insostenible”, denuncian desde la vigilancia privada a El Faro de Ceuta. “La agresión física es una monotonía”, añade, constatando que de todo lo sucedido se han remitido informes a la Ciudad Autónoma, reflejando no solo las agresiones físicas ocurridas sino también las verbales o los insultos y amenazas constantes. Se quejan de que, hasta el momento, “no hemos recibido respuesta” por parte de la Ciudad, significando que la tensión es diaria y que estos episodios superan los niveles que podrían calificarse de normales.
“Hay amenazas, agresiones, deterioro de materiales, fugas constantes… esto es todo menos un centro. No son cosas aisladas, en estas dos semanas que llevamos son cuatro los vigilantes agredidos y la semana pasada hubo un juicio”, detallan. Fuentes judiciales indican que la mayoría de episodios ocurridos son delitos leves y que de las agresiones a trabajadores, una ha terminado con una medida de internamiento para el autor.
La vigilancia de seguridad exige más medidas, un refuerzo de vigilantes así como presencia policial. “No tenemos nada, somos solo nosotros: tres por turno para casi 200 internos, ¿dónde vamos con eso?”, denuncian. Los afectados advierten de que últimamente hay más tensión. Al principio eran agresiones leves, pero ahora son de mayor calado: patadas, rotura de una silla sobre la espalda de un vigilante, amenazas… “Sabiendo lo que pasa, se van aprovechando de la situación. Unos ven lo que hay y otros van en el mismo camino” porque no ven que se produzca una reprimenda. Se denuncia pero no se llega a nada.
Informes a la Ciudad y sin perímetro de control
Los vigilantes insisten en que la Ciudad es conocedora de todo porque hay informes de cada suceso, “pero no se hace nada, siguen las mismas condiciones. Como están puestos allí, en el monte, creen que no pasa nada. Como no perjudican a nadie... Pero claro que perjudican, a nosotros”.
En Piniers están acogidos todos los menores que permanecían en el ‘Santa Amelia’ y que antes vivían en el puerto o en otros puntos de la calle. Según fuentes consultadas por esta redacción son estas personas las que generan los problemas, no los que fueron trasladados desde ‘La Esperanza’ para rebajar la presión en el centro de Hadú. Los incidentes son encarnados por esos menores, protagonistas también de las cuantiosas fugas que se producen. Una de las razones de dichas fugas se basa en la ausencia de perímetro de seguridad. No hay elementos de protección ni un muro en condiciones. Esto facilita las escapadas de quienes después vuelven a los días sin que haya una normalidad ni un orden en este punto.
A diferencia de lo que ocurre en Piniers, en el centro de La Esperanza durante todo el confinamiento y estado de alarma no se han producido ni incidentes con los internos ni tampoco fugas. A pesar de la tensión vivida por la suspensión de salidas y de actividades, los menores han dado ejemplo de integración sin producirse alteraciones significativas.
Bueno no soy partidario de que estén deambulando todo el día por la ciudad si ningún tipo de control. Se les debería de recoger a todos en algún tipo de centro interno, el cual se les pueda dar una oportunidad para poder estudiar o hacer algo de provecho. La mayoría no lo harán porque buscan la vida fácil y buscarse la vida para sobrevivir en el día a día, pero con estar internos cosa que no les gusta a ellos, la voz se correría de que no están aquí al libre alberdrio. Que se les obligue a estudiar y a realizar actividades diarias con premio de salida a quien cumpla y castigo de no salida al que no cumpla. Con este criterio se correría la voz de alarma de que no están aquí sueltos sino tutelados, recogidos con control de entrada y salida. La ciudad también los controlaría mas siendo la responsable de todos ellos.
Nada de península, estos energúmenos no merecen ese premio. Necesitan mano dura, horario militar y talleres de trabajo en beneficio de ellos y de la ciudad. Cortar privilegios, acabar con la ropa de marca , consolas y nada de deambular sin control.
Se aburríran y se querrán volver por donde vinieron solitos. De este personal no se puede esperar en general nada bueno y de pagapensiones nada de nada, cuidar borregos, criar pollos y recoger patatas ya lo tienen en Marruecos. Aquí vienen a salir de fiesta, conducir coches, fumar tabaco americano, etc., y hay que hacerles ver que de eso nada a nuestra costa.
No todo son los menores, el pasotismo de los trabajadores de pinniers es abrumador, quiero dejar claro al personal que está conociendo esta noticia que en la esperanza con menos trabajadores se está currando a no poder más, pero nadie ve eso. En pinniers solo piden más vigilantes, más policías ... Y la esperanza que??? Que suben trabajadores de la esperanza a pinniers dejando la esperanza sin su presencia, cuando hay más niños allí. Es una vergüenza de gestión y de trabajadores. Los pobres los currantes de la esperanza que están todos callados incluso aguantando que los dejen sin apoyo de seguridad para que vayan a pinniers. La esperanza no es un camino de rosas tampoco para dejarla y apoyar solo a pinniers.
¿ Si todo está tan masificado? ¿Porqué no se los llevan a la península?
Seguro que pueden crear un centro en Cádiz, en Málaga o en Marbella.
Qué casualidad, se quedan aquí a pesar de la masificación. Pero tenerlos paseando por el paseo marítimo de Málaga o Marbella no lo desean las autoridades andaluzas y nacionales. Todo en Ceuta y Melilla, ciudades con poco espacio y recursos.
¿Qué cosas verdad?
todos sabemos cual es la solucion y no es precisamente mandarlos a la peninsula. Cambiar la ley y que el que tenga hijos los cuide él sino que no los tenga.¿ porque tengo yo que pagar la educacion a los hijos de los demas y encima no son ni de aqui? Aportar poco o nada y joder todo lo que pueden y mas.
El gobierno marroquí no acepta a los niños abandonados. Eso es intentar dar vuelta a algo que ahora mismo es inamovible.
Aquí la cuestión es que Ceuta no puede alberga tanto MENA ni aunque se lo propusiera.
Lo Lógico es que se trasladaran a la península porque no existen condiciones para que se queden en Ceuta. Pero desde la Península no quieren ni oír hablar del tema. Es mejor criticar a Ceuta desde Málaga, Madrid o Bilbao y llamar racistas a todos los que vivimos aquí.
¿Cómo una ciudad de 12, 5 kilometros cuadrados, como Melilla, puede albergar a más de 1000 Menas?
¿Tiene sentido que desde la península no se quiera trasladar ni siquiera a 400 o 300 a Andalucía? Sentido tiene, cuando no los quieres paseando por el paseo marítimo de Marbella o Málaga.