El terremoto de la pandemia y sus repercusiones sobre el ámbito educativo con la suspensión de las clases presenciales ha acelerado la preocupación de los agentes sociales y políticos por la ‘brecha digital’. El presidente de la Ciudad se mostró el pasado martes partidario de analizar si en vez de a libros de texto conviene dedicar parte del presupuesto de su programa de reposición (1,2 millones de euros) a “otras necesidades” como dispositivos electrónicos para facilitar la conexión a Internet del alumnado y el director provincial de Educación, Javier Martínez, ve con buenos ojos explorar esa posibilidad.
“Sería interesante ir modificando poco a poco el programa de reposición de libros de texto y, en aquellos centros que trabajen por proyectos, ir cambiando esos recursos tradicionales por otras herramientas”, ha indicado el responsable del MEFP en Ceuta, con quien todavía no se ha puesto en contacto nadie de la Administración local para concretar ese posible giro.
En una sintonía parecida está CCOO, que ha planteado al Foro de la Educación la conveniencia de recomendar a las Administraciones que pongan en marcha “un sistema específico de ayudas y becas que permitan al alumnado que lo precise adquirir material para seguir con éxito el desarrollo del proceso educativo en contextos virtuales y en línea” e “implementar un sistema similar al del banco de libros (‘banco de tabletas’) que garantice que ningún alumno quede excluido de la enseñanza telemática por falta de recursos”.
Tener una tableta no te exime de sufrir la brecha digital, igual que tener acceso a Internet no te convierte en un sabio. Váis a terminar malgastando el dinero como siempre: en demasiados centros aún se utilizan las pizarras digitales solo y exclusivamente de proyectores... Tiene pinta de que el Gobierno va a terminar pagando los enganches de este alumnado a Fornite, Tik Tok y demás mediocridades de la Red, eso sí, seguro que hay tortas por ponerse la medallita.