Agentes de la Guardia Civil han rastreado la zona de San Amaro a Santa Catalina, al recibirse el aviso de la aparición de varias pastillas de hachís en el mar. Se han recogido algunas piezas procedentes de fardos arrojados al agua desde embarcaciones, y se ha procedido a un recorrido por el lugar ante la posibilidad de que pudiera aparecer mayor cantidad de droga. El hallazgo se ha producido en el mismo punto en el que el Instituto Armado ha recuperado ya pequeños alijos de hachís en los últimos meses.
Y es que durante el estado de alarma la Benemérita ha intervenido casi 700 kilos de esta droga. Y buena parte de ella procede precisamente de los fardos encontrados en el agua, algo que tiene relación directa con la mayor presión que se está haciendo sobre las semirrígidas que cruzan el Estrecho. Con los enlaces marítimos que ofrecen las navieras reducidos al mínimo, se busca como alternativa de salida los pases de cantidades de droga en embarcaciones o incluso a nado, bordeando los espigones. Ante la presión ejercida por los componentes del Instituto Armado, se busca deshacerse de la prueba del delito: la droga, de ahí que los fardos sean arrojados al mar. Constituyen la prueba del delito, una prueba que al final termina por salir a la superficie.
Fruto del rastreo llevado a cabo en la zona, tan solo se han recuperado algunas pastillas de hachís, aunque se ha rastreado todo el lugar ante la sospecha de que puedan aparecer más piezas. En esta intervención han participando agentes de patrullas, en moto y coche, que han sido movilizados hasta el lugar. Precisamente esta misma semana se daba a conocer la detención de cuatro personas a bordo de una semirrígida de cuatro motores detrás de la que estaba la Benemérita desde hacía semanas.