Sólo las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla registraron en 2010 un crecimiento de trabajadores por cuenta propia, mientras que el número de afiliados a este régimen especial descendió en todas las comunidades, siendo Baleares la séptima junto con Cataluña, ambas con una caída del 1,9%.
Baleares cierra así 2010 con 78.240 autónomos, 1.522 personas menos que en 2009. Las regiones donde el descenso ha sido más agudo son Murcia, Comunidad Valenciana, Galicia y Aragón, todas por encima del 2 por ciento.
Durante el año pasado, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) tuvo un retroceso de su número de afiliados en 58.088 autónomos, al pasar de los 3.162.336 en diciembre de 2009 a los 3.104.248 en diciembre de 2010.
Este decrecimiento supuso, en términos relativos, un descenso del 1,8 por ciento, cifra que muestra la ralentización de la pérdida de empleo autónomo con respecto a 2009, puesto que la caída fue del 4,7 por ciento (156.851 autónomos menos), según el informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
Ceuta (+0,9%) y Melilla (+2,4%) fueron las únicas que incrementaron el número de emprendedores y sumaron 27 y 74 nuevos autónomos, respectivamente.
Todas las comunidades autónomas perdieron trabajadores autónomos y ha sido la Región de Murcia la que lideró la caída (-3,7%), seguida de la Comunidad Valenciana (-2,3%), Galicia (-2,3%) y Aragón (-2,3%).
Muy de cerca, les han seguido La Rioja (-2,2%), el Principado de Asturias (-2,1%), así como Cataluña e Islas Baleares, ambas con una pérdida de afiliados del 1,9 por ciento.
Por debajo de la media nacional se han situado País Vasco, Cantabria, Andalucía, Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Navarra y Extremadura.
Esta última ha sido la que ha experimentado el mejor comportamiento, ya que la pérdida de autónomos fue del 1 por ciento (798 trabajadores).
Lorenzo Amor, presidente de ATA, reconoce en un comunicado que 2010 ha sido "un mal año" para los autónomos y advierte de que mientras el país no sea capaz de "frenar la sangría" de autónomos y empresas y de generar nuevas y "sólidas" iniciativas emprendedoras España continuará perdiendo empresas.