“Somos profesionales. Ganaremos más o menos, pero somos profesionales”. Con estas palabras puso de manifiesto, hace unas semanas, Santi Valladares, entrenador de la Unión África Ceutí, una de las muchas incongruencias que hay en el deporte español.
Ahora, la Liga Nacional de Fútbol Sala, sale al rescate de esas palabras. Tras la decisión unánime adoptada por la Junta Directiva de la LNFS, en su última reunión de del pasado 8 de mayo, ha presentado ante el Consejo Superior de Deportes un extenso informe solicitando, de conformidad con Ley del Deporte, la calificación como competición de carácter profesional, toda vez que se cumplen sobradamente los requisitos para obtener tal reconocimiento.
La LNFS ha solicitado a la Comisión Directiva del CSD su calificación como profesional, basándose en que la competición cumple con los requisitos exigidos, que la propia LD, en su artículo 46.2 establece, y que son: la existencia de vínculos laborales entre los Clubes y deportistas y la importancia y dimensión económica de la competición.
En un comunicado, la entidad que preside Javier Lozano aseguró que desde la LNFS “se ha conseguido que la competición adquiera gran relevancia económica” así como una gran implantación social, ya que tras el último informe presentado por la RFEF en la temporada 2016/2017, el Fútbol Sala contaba con 117.633 licencias a nivel nacional. Además, la LNFS cuenta con cerca de 900.000 seguidores en sus perfiles de redes sociales y la media de espectadores de los partidos más vistos ronda los 300.000 espectadores.
Para finalizar el comunicado, la LNFS aseguró que “a día de hoy, las únicas competiciones oficiales de carácter profesional reconocidas son la LFP y la ACB, y tras ellas, el Fútbol Sala, que aspira a encontrar su reconocimiento como competición profesional, con las obligaciones y derechos que ello conlleva”.
“Los clubes de la Asociación mantienen una relación profesional con los jugadores, entrenadores y resto de técnicos” sentencia el comunicado de la LNFS .
La batalla por los afectos está servida. Por una parte, la RFEF anunció la supresión de la cuota de inscripción y por la otra, la LNFS exige la denominación de profesionalidad, aunque parece perdida por la LNFS porque la Española le arrebató sus competencias.