Las obras para la ampliación del cementerio musulmán, en Sidi Embarek, en Ceuta, han comenzado este lunes con los primeros trabajos encomendados sobre el terreno. Se atiende así una aspiración de años. En los últimos meses se había advertido de la falta de espacio para los enterramientos aclarando que quedaba muy poco. Los repuntes de muertes en los últimos años había convertido en crítica esta situación.
La Ciudad ha tenido que acelerar todos los plazos adjudicando por emergencia el inicio de los trabajos que son ejecutados por la empresa Estructuras del Estrecho. La primera fase de la obra está cuantificada en 750.000 euros. La ampliación permitirá disponer de unas 500 tumbas más.
La comunidad musulmana ha recibido con tranquilidad esta obra ya que se termina con el temor a carecer de espacio, toda vez que el que queda disponible es escaso. Las obras comienzan con mucho tiempo de retraso, con años de reclamaciones desde distintos ámbitos: no ya solo político sino también de las propias comunidades islámicas.
Los trabajos previos se han iniciado con el despeje y desbroce del terreno, la toma de datos topográficos y los movimientos de tierras. Una vez culminadas estas tareas, se construirán las infraestructuras de abastecimiento, saneamiento, pluviales y de electricidad necesarias para el adecuado funcionamiento del nuevo entorno.
De manera simultánea, se desarrollarán los muros de contención que servirán de sostén a las plataformas y caminos de acceso, así como los de cerramiento perimetral. La pavimentación final de los caminos y vías de comunicación, así como la creación de los recintos de enterramiento constituyen la parte final de los trabajos, que concluirán con el montaje del mobiliario urbano y las zonas de estancia.
Que prisa se dan algunas vecas.