La tranquilidad regresa al polideportivo Santa Amelia, a donde, por su propio pie, regresó el menor que se fugó a la carrera el pasado domingo en plena crisis por la comida entregada para la ruptura del ayuno. Las instalaciones vuelven a acoger a 116 personas y se ha modificado el menú repartido para todos los menores no tutelados que están ahora en este punto.
Mientras en el pabellón de La Libertad siguen 159 adultos, cifra que se ha visto rebajada por los traslados de algunos de los transfronterizos a otros lugares. En concreto hay 14 en residencias particulares, 13 en la mezquita Al Umma, 15 en el local social de la barriada de Miramar y otros dispersos en casas del Príncipe.
Por otro lado, en las instalaciones habilitadas en la carretera del Serrallo, en la explanada perteneciente a Maquinarias Hidalgo, hay ya 150 menores extranjeros no acompañados que sí son tutelados por la Ciudad Autónoma y que han sido trasladados desde el centro de Hadú de La Esperanza. Primero fueron trasladados 100 y este viernes han sido 50 más, la intención es llevar a 250 en total para dejar el centro de ‘La Esperanza’ en menos de 150 y cumplir, así, las instrucciones de Sanidad y el distanciamiento social.
Además de los módulos instalados y las tiendas de campaña que dispusieron los militares, en los últimos días se han colocado grandes carpas para facilitar la habitabilidad en la zona, permitiendo que todos los menores trasladados puedan seguir con las actividades previstas desde la dirección del centro, bajo control del Área de Menores de la Ciudad Autónoma.
“Teniendo en cuenta el hacinamiento del centro, en donde había más de 400 estando disponible solo para 60 personas”, ha señalado el portavoz del Ejecutivo Alberto Gaitán, había que adoptar esta medida. La situación se había agravado desde el verano, multiplicándose el numero de menores. “Es el punto de partida para destinar ‘La Esperanza’ para una situación más normalizada”, ha concretado en su comparecencia de este viernes ante los medios de comunicación.