El personal de la Comandancia General de Ceuta que lleva ya varios meses preparándose para formar parte del contingente que debía viajar en mayo hasta este país y sustituir a las tropas españolas que llevan allí los últimos seis meses sigue con su trabajo diario, a pesar de que por parte del Ministerio de Defensa se ordenó la suspensión de esta misión por el momento por motivos de la pandemia del coronavirus.
En nuestra edición de ayer, el comandante general de nuestra ciudad, Alejandro Gonzalo Escámez, en el transcurso de la entrevista que publicamos, vino a comentar que “el objetivo que tienen nuestras fuerzas desplegadas en Irak es el de adiestrar y capacitar a las fuerzas y cuerpos de seguridad iraquíes. Sin embargo, ese cometido ha quedado suspendido por la irrupción del COVID-19, ya que este país también ha tomado medidas para proteger a sus efectivos y ha paralizado temporalmente el envío de fuerzas para ser entrenadas”.
Debido a la decisión tomada por las autoridades iraquíes en nuestro país, en coordinación con los países que contribuyen con fuerzas a la misión, se está analizando la situación y a partir de ahí se tomará una decisión que puede pasar por el relevo total o parcial del contingente actualmente desplegado y asumir una pausa operacional o por el repliegue temporal o definitivo del contingente.
Por tanto, corresponde al Ministerio de Defensa en coordinación con esos países el tomar una decisión al respecto. Para cualquiera de las opciones la Comandancia está preparada. De ahí que todos los integrantes continúen con sus actividades de preparación para estar al cien por cien dispuestos en función de la decisión que se adopte.
Maniobras
Recordemos que a comienzos del mes de abril se produjo el envío de unos treinta integrantes de la Comandancia General hasta la zona de maniobras en Almería para la realización de unas actuaciones que era imposible poder desarrollarlas en Ceuta. Unas maniobras que duraron cuarenta y ocho horas y que eran imprescindibles porque suponían medidas esenciales de defensa del propio contingente que debía desplazarse.
Unos militares que cuando regresaron a nuestra ciudad pasaron a realizar un confinamiento de catorce días en sus respectivos domicilios o incluso a quienes no contaran con vivienda propia en Ceuta lo han efectuado en las zonas de los acuartelamientos que habían sido preparados para estos menesteres. Una vez pasado el período de cuarentena establecido, todos ellos se reincorporaron a sus actividades de preparación dentro del plan que se había establecido por parte de los mandos.
Se abre una etapa de espera hasta conocer exactamente cuál es la decisión que se toma por parte del Ministerio de Defensa que siempre estará consensuada con el resto de naciones que conforman esta misión internacional en tierras iraquíes.