No soy miembro de ningún equipo sanitario en ninguno de sus niveles y especialidades y me pregunto ¿cuando nuestra vida volverá a la normalidad? No por eso pienso que se deben tomar y adoptar medidas precipitadas basadas más en intereses políticos y económicos que científicos.
El próximo lunes se incorporan a su trabajo cinco millones de españoles, ¿esa decisión se ha tomado con una base científica y sanitaria? Es una decisión valiente pero a la vez pudiera ser y resultar imprudente a la vista de los datos, verdaderos o alterados, tanto de fallecimientos como de contagios, no podemos ni debemos anteponer otros intereses del tipo que sea a los que influyen en la salud pública y la vida de las personas. Los políticos en los que descansan estas decisiones han de ser responsables y cautos, ya tenemos experiencias anteriores al ocho de marzo, manifestaciones autorizadas, actos políticos multitudinarios, eventos deportivos y culturales, que a mi modo de ver se tenían que haber suspendido y prohibida su celebración, ya hemos visto las consecuencias y de esas consecuencias debemos de aprender y no cometer los mismo errores que tantas vidas y ansiedad están causando en nuestra España.
Ya nos estamos sacrificando todos los españoles y si es preciso seguir en esa línea para poder acabar con este infierno epidémico pues adelante sin olvidarnos de los más afectados no solo por la plaga vírica sino tampoco de los más débiles que están abocados a la ruina por esta situación. ¿Para cuando la normalidad? Para cuando se garantice fehacientemente de modo científico y sanitario que es el momento sin miedo a volver de nuevo a brotes de la epidemia entre la población. El riesgo es muy alto están muriendo muchas personas.