La berrea o época de celo del ciervo que da inicio a una lucha por el territorio entre el ejemplar dominante y el resto de miembros del grupo, ha resultado fatal para uno de los animales jóvenes, de unos tres años de edad, que ayer apareció muerto en San Amaro, después de haber impactado su cornamenta contra la valla metálica del recinto provocándose una luxación cervical que le llevó a la muerte.
El veterinario responsable de los animales, Alfonso Morey, asegura que el problema con el que se encuentran actualmente es el gran número de ciervos machos que están naciendo en los últimos años, entre uno y dos anualmente. De los ocho animales que habitan el recinto (siete ahora tras esta muerte), sólo dos son hembras, lo que provoca importantes luchas por la territorialidad una vez que se inicia el periodo de berrea que se extiende desde septiembre hasta finales de noviembre o principios de diciembre. Ante este problema, los responsables de estos animales sopesan la posibilidad de proceder a una castración de los próximos machos que vayan naciendo a partir de ahora. “Es la única manera de evitar confrontaciones por el territorio porque, aunque son animales muy entrañables, en esta época se vuelven muy agresivos”. Tanto es así, que Morey asegura que, durante este periodo, el ciervo llega incluso a agredir a la persona que lo ha criado. “Lo consideran uno más de su especie y lo atacan”. Un ejemplo de esto es la muerte de dos cuidadores en Ciudad Real a manos de los mismos animales a los que habían criado.
La muerte de este animal no es la primera que se produce durante la berrea en nuestra ciudad. Morey recuerda que hace unos diez años, otro ciervo que había sido trasladado a unas dependencias militares también murió en el marco de esta lucha por la territorialidad.
El veterinario ve en la falta de espacio en el recinto el problema que da lugar a estas luchas. “Si queremos seguir manteniéndolos, el número debería ser menor y siempre buscando su confortabilidad y seguridad”, apunta.
Aunque el animal murió entre las 12.00 y las 13.00 horas, los responsables no han podido retirar el cuerpo debido a la envergadura del ejemplar. La lluvia tampoco ha facilitado la tarea, por lo que hoy será cuando la empresa Ecoceuta proceda a su retirada y traslado hasta la planta incineradora.