Todo se mueve, por muy fijo que esté. Por tanto, aún con mayor motivo si los pilares de un edificio se encuentran sobre un terreno poco fiable.
Ése es el problema estructural de la Catedral, y el motivo principal por el que el Plan Director lo incluyera como una de las actuaciones ‘inmediatas’, es decir, las de una segunda etapa.
Según explica el arquitecto municipal Javier Arnaiz, coordinador del Plan Director de la Catedral, “el problema es que no sabemos cuál es el diferencial”. Es decir, se sabe que hay dos pilares que se mueven y que se van situando poco a poco a diferente altura que el resto de sus compañeros, pero imposible saber si suben o bajan. “Se construyeron pasando el terreno de las murallas que cerraban la ciudad por el sur del istmo, sobre el relleno de éstas”, aclara Arnaiz. Esto es fruto del proyecto de reforma impulsado por el deán Navarro Acuña y diseñado por el arquitecto José Blein.
Esta inestabilidad en los cimientos es la que, según el arquitecto, ha causado el derrumbe de parte del techo por el que hubo que actuar urgentemente, lo que se hizo ajustando las cerchas, el sistema de sujección del techo. Una estructura que muestra, una vez más, los cambios a los que se ve sujeto un edificio como una Catedral. “Más bien, un lugar”, opina Arnaiz. Antes, el templo tenía un techo plano. Ahora, dispone de un tejado que se asemeja al de una casa, para lo que fue necesario cambiar la bóveda e instalar estas estructuras. Arquitectónicamente hablando, la solución más segura sería la de devolver al techo de la Catedral su aspecto original, lo que parece inviable ya que su actual imagen está ampliamente asentada en el imaginario colectivo de los ceutíes.
Esta inversión de 500.000 euros será la primera que realizará el Estado desde la inclusión del templo en el Plan Nacional de Catedrales (PNC). Para ello, primero fue necesario que fuera declarada Bien de Interés Cultural y se redactara el Plan Director, que cifra las actuaciones en 10 millones de euros.
En sus primeros pasos
El Plan Director de la Catedral de Ceuta se encuentra en uno de sus primeros pasos. Hasta ahora, lo que se ha hecho es restaurar la puerta de San Cristóbal en un primer lugar. Después, se arreglaron las naves laterales, y luego se pasó a la cubierta. Aunque, a juicio de quien redactó el Plan Director, “algunas actuaciones se han hecho sin mucha coherencia, buscando más el efecto visual que la rehabilitación de la Catedral; por eso, cuando se redacte el proyecto de restauración de la cubierta, debería contemplarse el estudio de los pilares”, comenta.
El proyecto en el que el IPCE (Instituto de Patrimonio Cultural Español) invertirá unos 500.000 euros será redactado por un arquitecto ceutí, con toda probabilidad alguno cercano a la Iglesia. Así, debería entender mejor el espíritu de un edificio de estas características, emplazado en un lugar que ha servido para el culto al menos desde época bizantina. Primero un templo cristiano, después una mezquita que luego fue bautizada como catedral, y luego una catedral que pasó por una profundísima remodelación en el siglo XX, a mediados, gracias a la iniciativa de su entonces deán.
Pero aún quedan varias actuaciones del plan. ¿Para cuántos años? “Depende del ritmo de las inversiones”. Falta realizar un estudio de la patología, que sería el fin de las actuaciones ‘urgentes’. Después, comenzaría la etapa de actuaciones ‘inmediatas’, que pasaría por la restauración a fondo de las dos torres del edificio, y una intervención arqueológica en la plaza de San Daniel. Aun faltarían otras tres etapas que concluirían con unas nuevas oficinas para la vicaría y la reurbanización de Un templo del siglo XX que permanece a medio restaurar, pero resiste en pieesta plaza San Daniel.
Un templo del siglo XX que permanece a medio restaurar, pero resiste en pie
Debido a la profunda remodelación de la década de los 1940 y 1950, lo más correcto para definir a la Catedral de Ceuta sería decir que se trata de un edificio del siglo XX, que ha pasado por varias etapas. Uno de los aspectos más llamativos es que, en aquel entonces, se eliminó la torre que, con toda probabilidad, había servido como minarete en la anterior mezquita. “Lo importante”, opina Javier Arnaiz, “es que se trata de un lugar que ha servido como casa de los dioses desde siempre, por algo será”. Actualmente, la Catedral de Ceuta, incluida en el Plan Nacional de Catedrales, está siendo restaurada, pero se encuentra en sus primeros pasos. El problema, como siempre, es la financiación, ya que el Plan Director se redactó hace varios años. Para muestra, la partida del IPCE que dotará con 500.000 euros al templo es la primera que proviene de la administración estatal, después de varios años en los que la Ciudad Autónoma ha peleado por ello.
Varios templos en el mismo lugar, un diamante en bruto para las excavaciones arqueológicas
Uno de los aspectos que contempla el Plan Director de la Catedral de Ceuta son las excavaciones arqueológicas. Éstas ya comenzaron con el descubrimiento del yacimiento fenicio, del siglo VIII antes de Cristo. Aunque se trata de casas, al menos da una idea de la antigüedad de la presencia humana en este lugar.
Uno de los espacios que pueden resultar más atractivos para estas investigaciones es la plaza de San Daniel, que permanece elevada por una sencilla razón, y es que ‘algo’ hay debajo. Con toda probabilidad se trata de enterramientos, a los que los arqueólogos no se han enfrentado aún, pero deberán hacerlo en un futuro. “A todo el mundo le gusta descansar cerca de la casa de Dios, sea en la religión que sea”, puntualiza Javier Arnaiz.
Y, si existen unas coordenadas aún más importantes para emprender una aventura a lo ‘Indiana Jones’, es exactamente el interior de la Catedral, puesto que ahí antes hubo otros templos. “Las estructuras con como el barro, se construyen con materiales de la tierra y se levantan mirando al cielo, pero con el paso del tiempo vuelven a derrumbarse y forman parte del barro que compone indisolublemente ese lugar que desde el suelo mira al cielo. Pasará el tiempo, y si hay otra religión en el futuro, seguramente su casa de Dios, en el lugar donde se ate lo divino, sea el mismo”, reflexiona el coordinador del Plan Director del templo. O del lugar, como prefiere llamarlo.
Quizá, excavando en el mismo suelo de la catedral, se conseguiría conocer más detalles de los anteriores templos, cuyos planos están perdidos y de los que sólo quedan descripciones.