La Autoridad Portuaria avanza en las obras de impermeabilización de un puerto que quiere convertir en una especie de búnker, en una segunda frontera que evite el tan cacareado efecto llamada. Mientras los trabajos avanzan, adultos y menores buscan la forma de burlar las millonarias actuaciones convirtiendo cada hueco en una posibilidad de huida o acceso a la zona restringida. Y la encuentran, para desesperación de unas fuerzas de seguridad encomendadas a ejercer de guardianes perseguidores de niños y adultos.
A costa de arriesgar sus vidas, se cuelan por agujeros salvados por la obra para cruzar desde la antigua avenida Muelle Cañonero Dato hasta el interior de la zona restringida, subiendo rápidamente por los muros plagados de chapas y concertinas. El último paso es entrar en alguna batea o llegar a las inmediaciones de la estación marítima para conseguir la entrada en los barcos.
Conforme va avanzando la construcción del muro lo tienen más complicado, pero los huecos dejados próximos a una de las gasolineras favorecen la entrada constante de jóvenes y menores que escapan a la carrera por el lugar. Las escenas que se ven a diario muestran que la temeridad es inexistente, que a pesar de las caídas, de los accidentes y de las muertes, nada cambia en ese escenario.
Vías fronterizas
La permeabilidad de la frontera y, sobre todo, del paso Tarajal II sin funcionar desde hace más de dos meses, está favoreciendo la entrada de marroquíes sobre todo de menores que acuden directamente al puerto. Son aislados los casos que terminan en el centro de La Esperanza por propia voluntad.
Un recorrido por el puerto muestra la situación registrada, con escenas de escapada por estos huecos ante los ojos de unos trabajadores que siguen con sus labores de cerramiento y, ahora, levantando parte de la avenida para adaptarla a las obras en marcha, que están avaladas por Puertos del Estado.
La Guardia Civil ya ha comunicado en partes internos cuáles son ahora los puntos más franqueables de la obra, trasladando la información a una Autoridad Portuaria que asume una inmigración que tiene su foco de entrada desde la propia frontera del Tarajal, cuya permeabilidad y descontrol es cada vez más evidente.
Que alguien intenté entrar a Marruecos sin pasaporte ,muchas veces mi sobrino con pasaporte y no le han dejado ,lo del Puerto es de vergüenza y como se están cargando los comercios
Welcome refugees! Como decía Carmena,que aquí nos sobra el dinero,sanidad gratis y pensión completa.