El buque oceanográfico noruego ‘Stril Explorer’ está realizando en aguas de la bahía sur las prospecciones científicas de exploración preceptivas con vistas a la instalación del cable eléctrico submarino que conectará la línea de costa más cercana a La Línea de la Concepción (Cádiz) con la playa de El Chorrillo, infraestructura que permitirá a la ciudad autónoma dejar de ser una isla energética y reservar la central diésel de Endesa para situaciones de emergencia.
El barco comenzó su campaña oceanográfica a ambos lados del Estrecho de Gibraltar por encargo de Red Eléctrica Española (REE) por la costa gaditana y ahora tiene autorización hasta finales de esta semana para completar el trabajo en el litoral caballa, aunque fuentes de la Capitanía Marítima de Ceuta han asegurado que si necesita más tiempo para terminar la tarea previsiblemente no tendrá ningún problema para conseguir el permiso.
Este tipo de operaciones está regulado por el Real Decreto 799/1981 sobre normas aplicables a la realización de actividades de investigación científico-marina en zonas sometidas a la jurisdicción española, que atribuye al Ministerio de Asuntos Exteriores la competencia para darles luz verde con audiencia previa a otros estamentos de la Administración como la Dirección General de la Marina Mercante. La propuesta de desarrollo de la red de transporte de energía eléctrica de la Ciudad Autónoma enmarcada en la planificación estatal para 2021-2026 prevé instar a la ejecución de la instalación del cable “no más allá de 2021” e incide en la necesidad de priorizar la interconexión entre la península y Ceuta a través de Andalucía con un eje de doble circuito de 132 kV que enlace la nueva subestación Portichuelos, en el municipio de San Roque (Cádiz), y la nueva subestación local.
Esta conexión eléctrica submarina, considerada por Red Eléctrica de España como un proyecto singular, debido a que sus características de diseño, configuración, condiciones operativas y técnicas constructivas difieren y superan los estándares habituales empleados en el sistema eléctrico nacional, tendrá un coste de unos 150 millones de euros y ya estaba incluida dentro de la anterior planificación, aunque ésta todavía no se ha llevado a cabo.
Economía, seguridad y ecología
La instalación del cable eléctrico submarino entre la costa andaluza y Ceuta servirá para “mejorar la seguridad y continuidad del servicio en el sistema ceutí” y supondrá “un importante ahorro de costes al sistema eléctrico debido a que la generación actual en Ceuta es todo con motores diésel”. Adicionalmente, permitiría la equiparación del consumidor de la ciudad autónoma con el peninsular, “eliminando las actuales diferencias en el coste de la energía eléctrica para ambos”, según el Gobierno de Vivas, que también valora su componente ambiental, ya que la ciudad pasará a abastecerse de un mix con presencia de energías limpias.