Una solución para la valla es posible. Al menos es lo que pensó el arquitecto técnico, Alberto Moreno, cuando vio en las noticias la problemática del perímetro que, en sus 8 kilómetros, separa algo más que Ceuta de Marruecos. Separa dos mundos opuestos que miles de personas intentan enlazar saltando una valla cuya validez ha sido puesta en duda por el Ministerio de Interior.
“No paraba de leer artículos, ver noticias en televisión sobre la problemática constante en Ceuta y Melilla”, explica este profesional, asentado en Alicante, que no dudó en perfilar un croquis sobre qué tipo de vallado podría erigirse, a su juicio, en esa alternativa. Porque haberla la hay. Aquella especie de boceto integrado por rodillos, mallas y chapas quedó en un cajón. Al tiempo, Moreno volvió a ver más noticias coincidentes con las entradas de inmigrantes en Ceuta y Melilla, recuperando aquel croquis que transformó en propuesta y que decidió enviar al Ministerio.
Interior ha apostado por trabajar sobre el vallado que ya existe y la idea de este arquitecto técnico pasaba por la construcción de una valla nueva por lo que no se ha tenido en cuenta. Lo que sí demuestra es que otro diseño de valla es posible, otro diseño que, según Moreno, podría ser “la solución definitiva a los problemas que genera los vallados de Ceuta y Melilla”, añade en una entrevista mantenida con El Faro de Ceuta.
La propuesta de este arquitecto técnico ilicitano, que se vio atraído por las circunstancias de nuestra ciudad como Frontera Sur de Europa, pasa por “un vallado sencillo pero difícilmente franqueable”, explica. “En esa propuesta destaca la ausencia total de elementos que puedan dañar a las personas que intenten sortearlo y la imposibilidad de permanecer encaramado. Impide además el contacto directo entre los inmigrantes y las fuerzas del orden”.
La clave de esta ‘otra’ valla se sostiene en que no puede ser escalada, “gracias a su diseño y especialmente a la imposibilidad de frenar el giro de sendos rodillos superior e inferior, cuyo movimiento se ve estimulado por el propio peso de las personas que intentan escalarlo. Dichos rodillos que giran por la incorporación de unos cojinetes, disponen de unos clavos gruesos de cabeza redondeada que se encargan de enganchar la malla cerrada que configura el propio cierre del vallado, provocando su giro continuo cada vez que hay un intento de escalada”, apunta.
“Una estructura entrelazada entre ambas caras de la malla y una protección en el rodillo inferior, impide cualquier posibilidad de bloqueo en el giro tanto del rodillo como de la malla. Todo esto unido a la inclinación de esta última con respecto a la vertical y a la altura del vallado hace del todo imposible el paso masivo de personas”, concreta.
La obsesión del Ministerio de Interior es retirar las concertinas de la doble valla, esas que han causado daños e incluso han provocado la muerte de inmigrantes. La historia migratoria de Ceuta esconde dramas de jóvenes que quedaron enganchados y perdieron sus vidas en un intento a la desesperada por cruzar a la ciudad. La propuesta de Moreno evita esas consecuencias dramáticas para las personas al desaparecer cualquier elemento lesivo. En su ejecución intervienen “materiales y métodos constructivos sobradamente conocidos como hormigón en cimentación, acero en pilares y en la estructura de protección soldada a ellos (ubicada entre ambas caras de la malla) y también cerrando el vallado, en la malla continua que envuelve a ambos rodillos”, reseña. En su propuesta lo detalló todo, hasta las posibles alternativas a cualquier acción que pretendiera causar destrozos en la valla y no saltarla, como ha ocurrido de hecho en las últimas entradas.
“La estructura de protección instalada entre la malla esta compuesta por un bastidor metálico cerrado con chapa microperforada. Puntualmente si se considera adecuado, puede contener vidrio de seguridad colocado de forma estratégica para mejorar la visión que ofrece la chapa del otro lado de la valla. Su principal función es impedir la introducción de elementos capaces de atravesar ambas caras de la malla con objeto de detener su giro y también caso de que cortaran la malla, actuar como un segundo vallado teniendo en cuenta que carece de elementos donde asirse para poder subir por él. La malla dependiendo de las necesidades de seguridad puede ser simple, doble o triple, pero en cualquier caso estarán unidas formando un cuerpo al objeto de que giren de forma simultánea”, indica.
“Si se dispone un doble o triple mallado en lugar hacer coincidente el dibujo de los recuadros o rombos que configura la malla, se puede trabar consiguiendo hacer los rombos o recuadros más pequeños, lo que dificultaría su corte al objeto de eliminarla aunque en este caso no tendría mucho sentido ya que tendrían que sortear el bastidor que actúa como segunda valla”.
ONG saludan el fin de las concertinas en Ceuta y Melilla, pero avisan de que no es suficiente, mejor que lo quiten todo y que esto sea una llanura sin más.
Cuando hay una presión, siempre habrá una salida, es como un volcán.