El paso Tarajal II ha reabierto sus puertas después del cierre ordenado a finales de julio, registrando un trasiego de personas superior a otras jornadas, con el tránsito esperado entre Marruecos y Ceuta de unas 4.000. Desde primera hora de la mañana de este martes, las autoridades marroquíes y españolas se han coordinado para controlar la recuperación del porteo, ejercida este martes por hombres.
Con sus carros a cuestas, desde primera hora se ha registrado un flujo continuo de personas en en busca del tique, con vistas a sacar la mercancía a Marruecos, sin que se haya producido ninguna incidencia y con mayor número de porteadores esperado que en otras jornadas.
Esto tiene mucho que ver con el veto a los coches patera que tienen imposibilitada su entrada a nuestra ciudad con motivo del desarrollo de las obras de la carretera nacional. Así será por orden de la Delegación del Gobierno, consensuando esta medida con Marruecos, para que pueda terminarse cuanto antes la fase de obras que lleva un importante retraso.
Picaresca en el entorno de la frontera
El regreso a la normalidad del comercio atípico trae de la mano algunos “obstáculos” para los carritos de los porteadores. Bilal Dadi, presidente de la Fase II de los polígonos del Tarajal, ha criticado que, tras llevar más de un mes de brazos cruzados por imposición, “seguimos esperando el asfalto del vial que comunica el Biutz con la Puerta Norte debido a su mal estado”.
Dadi advierte de que el Plan de Seguridad “no garantiza la circulación de los porteadores con sus carros llenos de mercancía al 100%”. El veto de los coches-patera llevará a un incremento del número de personas dispuestas a transitar con su mercancía sobre carros por el único paso habilitado para ello: el ‘Tarajal II’. No obstante siempre surge la picaresca ante casos de este tipo: por ejemplo la venta de tiques o el intento de porteadores de sacar mercancía por la frontera, dentro de carritos de la compra o enfajando ropas a su cuerpo. Son escenas que se ven a las puertas del polígono augurando una mayor presión en la propia frontera en estos días.
Nuevamente vuelve el caos.