El público del Revellín ha podido deleitarse con la gran sonoridad de la Ceuta International Symphony Orchestra. Después de que muchos se quedaran con las ganas de escucharlos el pasado viernes, tras la cancelación de su concierto al aire libre en la plaza de los Reyes, esta vez pudieron disfrutar del derroche de talento que desprende este conjunto de músicos.
El programa incluyó, en su primera parte, el concierto para violín y orquesta nº4 de Mozart, junto al solista marroquí Mohamed El Hachoumi, y el concierto para piano y orquesta nº1 de Chopin, junto al pianista ceutí Eduardo Hernández, fundador y director artístico de la CISO.
En su segunda parte se interpretó la Sinfonía nº5 de Tchaikovsky, una de las obras más brillantes y emocionantes del repertorio sinfónico. Todo ello, a cargo de la directora musical de la orquesta, Irene Gómez Calado, una de las figuras más destacadas de la dirección orquestal a nivel nacional.
Este concierto era uno de los actos más esperados dentro de los que enmarcan la conmemoración del Día de Ceuta. Por ello, no era de extrañar que el Auditorio del Revellín se llenase para escuchar a esta talentosa orquesta.
El origen de la CISO
La iniciativa de la CISO no se detiene únicamente en una cita musical, sino que busca ser toda una residencia artística que convierte a Ceuta como un enclave musical, cultural y humano de primer orden durante una semana.
Una vez celebradas las audiciones -que se hicieron por internet- para seleccionar los integrantes de esta orquesta, serán alrededor de 60 los que finalmente puedan tocar en el concierto del Revellín. A estas pruebas se presentaron cerca de 100 personas.
De esta manera, el CISO cuenta con una orquesta sinfónica con músicos de primer nivel artístico y humano procedentes de España, Portugal, Marruecos, Rusia, México, Polonia, Rumanía, Ucrania, Jordania, Egipto e Irak.