Tras dos años de investigaciones el grupo de la UDEV del Cuerpo Nacional de Policía ha conseguido la identificación del presunto autor de varias estafas en cadena que se han materializado en un fraude superior a los 36.000 euros. Quien está detrás de estas acciones delictivas es un canario, llamado A.J.A.M., que además se encontraba cumpliendo condena por otros delitos.
Con su identificación se consigue terminar con la pesadilla que durante todo este tiempo ha sufrido el llamado J.F.G., que había presentado cuantiosas denuncias siempre por el mismo delito: estafa. Primero le sustrajeron la documentación, después comprobó que alguien había contratado dos líneas de teléfono móvil a su nombre, que habían llevado a cabo una contratación fraudulenta de dos créditos a su nombre y que incluso habían comprado un vehículo y lo habían financiado cargando todo a su nombre.
Según ha confirmado la Policía, detrás de todas estas actuaciones delictivas se encontraba, presuntamente, el preso A.J.A.M., quien había conseguido prepararse toda una coraza protectora para, durante dos años, llevar a cabo actuaciones económicas a cargo de su víctima. El estafador usaba una copia del DNI del denunciante, al que había alterado la fotografía así como la fecha de nacimiento. Con dicho documento trastocado conseguía llevar a cabo operaciones económicas amparándose en la falta de control que buena parte de las empresas tienen en este campo. La Policía ha destacado que “aun cuando las empresas mercantiles han colaborado en todo momento facilitando los datos del impostor, estos no han sido suficientes para su localización”. No fue hasta el pasado julio cuando se pudo obtener el hilo clave para localizar al causante de tal desaguisado, después de que éste efectuara una nueva contratación fraudulenta de una línea de teléfono móvil. Los responsables de las entidades financieras consiguieron identificarle mediante reconocimiento fotográfico al encontrarse en prisión cumpliendo condena por un delito similar.
Con su identificación se consigue terminar con la pesadilla que durante todo este tiempo ha sufrido el llamado J.F.G., que había presentado cuantiosas denuncias siempre por el mismo delito: estafa. Primero le sustrajeron la documentación, después comprobó que alguien había contratado dos líneas de teléfono móvil a su nombre, que habían llevado a cabo una contratación fraudulenta de dos créditos a su nombre y que incluso habían comprado un vehículo y lo habían financiado cargando todo a su nombre.
Según ha confirmado la Policía, detrás de todas estas actuaciones delictivas se encontraba, presuntamente, el preso A.J.A.M., quien había conseguido prepararse toda una coraza protectora para, durante dos años, llevar a cabo actuaciones económicas a cargo de su víctima. El estafador usaba una copia del DNI del denunciante, al que había alterado la fotografía así como la fecha de nacimiento. Con dicho documento trastocado conseguía llevar a cabo operaciones económicas amparándose en la falta de control que buena parte de las empresas tienen en este campo. La Policía ha destacado que “aun cuando las empresas mercantiles han colaborado en todo momento facilitando los datos del impostor, estos no han sido suficientes para su localización”. No fue hasta el pasado julio cuando se pudo obtener el hilo clave para localizar al causante de tal desaguisado, después de que éste efectuara una nueva contratación fraudulenta de una línea de teléfono móvil. Los responsables de las entidades financieras consiguieron identificarle mediante reconocimiento fotográfico al encontrarse en prisión cumpliendo condena por un delito similar.
Un experto en este tipo de delitos
El ahora identificado como el presunto autor de una lista de estafas cifrada en seis millones de las antiguas pesetas es un viejo conocido de la Policía por este tipo de prácticas. De hecho tras su identificación, los agentes de la UDEV pudieron comprobar que cumplía condena por hechos similares y que tiene a sus espaldas cuantiosos antecedentes por delitos de este tipo. Ahora está acusado de delito continuado de usurpación del estado civil, falsedad documental y estafa.