Hay dos maneras de hacer política en la presente legislatura por parte de la oposición: un camino es el intento de acordar medidas con un Gobierno en minoría y la segunda es fastidiar a los del PP ahora que necesitan de los demás y no cuentan con mayoría. Pues bien, ese camino, de momento, parece que es el que han escogido MDyC y al que se han sumado Vox y Caballas en relación con la devolución al pleno de determinadas competencias que desde el año 1995 están en manos del Consejo de Gobierno.
Alguien puede pensar que fue una decisión que tomó Juan Vivas cuando accedió al poder en el año 2001, pero resulta que ya venía desde el 1995, donde un tripartito formado por PFC,CEU y PSOE encabezado por el primer presidente autonómico, Basilio Fernández, tomó esta decisión amparado en el entonces recién aprobado estatuto de autonomía. Y lo único que hicieron fue que Ceuta, como una autonomía más, consideraba que determinadas competencias debían estar en manos del Gobierno y no del pleno, al no ser nuestra ciudad únicamente un ente municipal. Y así se ha estado funcionado y no han existido problemas, es más la eficacia ha primado y no por ello no se ha producido ningún tipo de falta de control por parte de los grupos de la oposición.
Ahora, a buen seguro, en esta política de fastidiar al Gobierno del PP se han aliado tirios con troyanos para fastidiar a Vivas y al PP. La última palabra, por supuesto, la tendrá el PSOE que con sus votos decidirá si esas competencias vuelven a pleno o no.
Pero si vuelven a pleno que nadie hable entonces enfervorizadamente, como es el caso de Caballas, de ser una comunidad autónoma. No se puede pedir la aplicación de la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución por un lado y por el otro querer que tengamos un ente municipal pelado y mondado. En el caso de MDyC es difícil entender, al igual que sucede con Vox, que intenten torpedear avances autonómicas. No olvidemos que todos ellos han prometido o jurado cumplir el estatuto de autonomía. No deja de ser un entuerto cuyo único fin al final es fastidiar al Gobierno de Juan Vivas. No hay otra.
No olviden que es un gobierno en minoría y débil ante los demás partidos y que la democracia se basa en aceptar lo que decida la mayoría.
No victimicen a Vivas, que bastantes años ha hecho lo que le ha dado la gana.