Asana en Sánscrito significa postura. A pesar de que el significado de esta palabra es aparentemente simple, se trata de algo más que una simple posición del cuerpo. Para que una posición del cuerpo se convierta en asana es necesaria la integración de varios elementos, como el respeto por el propio cuerpo, la respiración y la atención mental.
La ejecución de los asanas dispone de tres fases: hacer, mantener y deshacer.
El practicante no debe adaptarse tan solo a la postura, sino que la postura debe también adaptarse al practicante.
Todo esfuerzo excesivo está contraindicado. La persona debe aplicar esfuerzos medidos tanto al hacer la posición como al mantenerla y acompañada de una respiración tranquila y por la nariz.
En la ejecución del asana nunca debe haber una actitud competitiva ni siquiera con uno mismo. No es una práctica acrobática, ni una gimnasia exótica, ni un culto al cuerpo ni una reafirmación del ego. Los asanas representan un trabajo consciente sobre el cuerpo que afecta al psiquismo y favorecen la evolución de la consciencia.
Uno de los logros del asana es que ayuda a inhibir el pensamiento egocéntrico y mecánico.
En la práctica de asana, la columna vertebral es la gran protagonista tanto a nivel físico como a nivel energético por todo lo que se encuentra o vive dentro de ella. A nivel energético están los canales y centros de energía más importantes. A nivel físico vive la médula espinal, prolongación del sistema nervioso central, enlace entre el cerebro y el cuerpo.
Los asanas incluyen todas las direcciones de movimiento que puede efectuar la columna vertebral. Movimientos de flexión, extensión, inclinación y torsión. Si las clasificamos por familias según el movimiento, cada familia de posturas tiene unos efectos y beneficios en el organismo.
Benificios
Los asanas aportan muchos beneficios:
• Aportan una mayor movilidad, flexibilidad y tono al cuerpo
• Mejora la circulación de la sangre
• Mejora el funcionamiento de los órganos internos
• Ayudan a recuperar la respiración natural
• Facilitan la relajación, la calma
• Estimula la atención mental
• Equilibra el sistema nervioso
• Equilibran la energía, aportan equilibrio
Sobre todo estar en asana, permite un tiempo de parar, observar, sentir desde lo profundo y experimentar, con una actitud de presencia. Es un momento de reconocer, redescubrir, reconectar. El yoga es integrador y transformador. La integración y la transformación se realizan a través del cuerpo, a través de asana. Es el momento de vivir el momento presente, estar aquí y ahora. Es el momento de SER.