Las dos personas detenidas en el último mes por su implicación en el tráfico de drogas en motos de agua están vinculadas a la bautizada como operación Monasterio, que ha permitido la desarticulación de una red asentada en el Campo de Gibraltar, dirigida desde Ceuta y Marruecos, y encargada del tráfico de hachís a gran escala a bordo de pesqueros y motos acuáticas, tal y como informó este medio el pasado sábado. Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al EDOA, Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de Algeciras. han sido los encargados de investigar el grueso de la red y el trabajo aportado desde Ceuta, a través del Servicio Marítimo, se ha centrado en la localización de una moto de agua en la que un ceutí ocultaba 120 kilos de hachís. Éste fue detenido el pasado 16 de junio tras caer al agua después de pretender el pase de la droga y el pasado fin de semana se localizaba a su compañero que, a bordo de otra moto, se dio a la fuga al detectar la presencia de la patrullera. Ambos, que habían sido acusados de un presunto delito de tráfico de drogas -el primero- y desobediencia a la autoridad -el segundo- están ahora vinculados con pertenencia a esta organización. El resto de detenidos (hasta ocho) lo han sido en puntos del sur peninsular.
√La Operación Monasterio comenzó a principios del mes de abril cuando los agentes detectaron una organización dedicada a la introducción de hachís desde el norte de Marruecos a las costas españolas.
Durante la investigación constataron que la organización variaba el “modus operandi” para dificultar la labor de los agentes, utilizando desde dobles fondos practicados en vehículos o en embarcaciones, motos de agua o pases de mercancías en alta mar a embarcaciones recreativas o pesqueras desde una embarcación tipo zodiac.
En las diferentes actuaciones llevadas a cabo en la Operación Monasterio, desde los meses de mayo a junio se han intervenido dos embarcaciones pesqueras que transportaban 490 y 103 kilos de hachís en los puertos de Tarifa y ‘El Saladillo’ (Algeciras), la moto acuática interceptada en Ceuta y un vehículo con veinte kilos en un doble fondo practicado en su interior.
Durante estos operativos se detuvieron a los dos cabecillas de la organización que operaban en el Campo de Gibraltar que aportaban a los dirigentes de la misma en Marruecos y Ceuta todos los medios necesarios para que se llevasen a cabo los transportes de droga, proporcionándole la infraestructura necesaria para llevar a buen fin los alijos, manteniendo los contactos con los proveedores, realizando las modificaciones en los vehículos y embarcaciones para ocultar la droga, almacenando la droga para su posterior distribución.