‘GenesisCare’ presentó el pasado 18 de enero el proyecto de ejecución de la clínica de radioterapia de Loma Colmenar, que actualmente está “pendiente de informe del arquitecto municipal”. De igual forma, según ha informado el Ejecutivo autonómico, la empresa ya ha solicitado la licencia de implantación “y está también en trámite”.
La Ciudad Autónoma firmó hace casi dos años (se cumplen el 30 de junio) el contrato de la concesión demanial de una porción de casi mil metros cuadrados para la construcción de “una clínica de radioterapia y oncología”. A cambio abonará un canon de 7.200 euros más IPSI al año, equivalente a la suma del 6% del valor en venta del bien (6.976.7 euros) por analogía con la renta mínima en caso de bienes patrimoniales y el prorrateo correspondiente a la primera anualidad de carencia, (142,3).
El objeto del contrato fue otorgar el uso privativo de ese suelo municipal junto al Hospital Universitario durante 50 años (con prórrogas de hasta 25 más) para levantar una clínica que evite a los pacientes oncológicos de la ciudad la necesidad de trasladarse al otro lado del Estrecho para recibir sus tratamientos.
Al término del plazo original o de las prórrogas, en el caso de que se hubieran acordado, la adjudicataria quedará obligada a abandonar y dejar libre a disposición de la Ciudad las edificaciones del inmueble y sus instalaciones o la demolición de las mismas a su cargo según determine la Administración, salvo que antes se produjera incumplimiento de las condiciones en que procederá el rescate o extinción.
La concesionaria está obligada a asumir la financiación de la totalidad de las obras necesarias para la implantación de la clínica de radioterapia, del total equipamiento de la misma y de todos los gastos necesarios para su funcionamiento.
La concesión demanial vino motivada “por la necesidad de implantación en la ciudad de una clínica de radioterapia y oncología, dado que actualmente los enfermos que precisan de tratamiento con radiaciones ionizantes mediante radioterapia externa con acelerador lineal, se ven obligados a desplazarse diariamente a la Península para recibir tratamiento”.
Los pliegos de la concesión establecen que la apertura y puesta en funcionamiento de las instalaciones debe iniciarse dentro del plazo máximo de 9 meses contado desde la recepción de las obras.
La Ciudad se ha reservado el derecho de rescatar la concesión antes de su vencimiento “si lo aconsejaren circunstancias o razones de interés público” salvo cuando el rescate esté basado en causas imputables al adjudicatario.