Un hombre se enfrenta a un año de prisión por un delito de exhibicionismo cuando el pasado 26 de abril realizó gestos obscenos ante dos jóvenes, una de ellas menor de edad, que se encontraban en la playa de la Ribera.
El juicio se celebró en ausencia del acusado, M.E.M., al no comparecer en la vista oral que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2, pese a haber sido citado en tiempo y forma, por lo que tuvo que continuar con las declaraciones de ambas testigos, que coincidieron en asegurar que el hombre se instaló cerca de donde ellas tomaban el sol para, seguidamente, bajarse el tanga de leopardo que llevaba, según una de las testigos, y comenzar a tocarse los genitales mientras las observaba.
Las jóvenes optaron por trasladarse a otra zona de la playa, aunque el hombre las siguió y se colocó delante de ambas para comenzar a masturbarse en su presencia, momento en que las jóvenes decidieron telefonear al padre de una de ellas, quien les indicó que dieran aviso a la Policía. Al constatar que estaban telefoneando al servicio de emergencias, el acusado se dio a la fuga, aunque pudo ser reconocido por el vídeo que una de las jóvenes grabó de él para dejar constancia del acto de exhibicionismo que estaba practicando.
Se puede decir que le han pillado con las manos en la masa