El Juzgado de lo Penal número 2 condenó en la mañana de este lunes al ciudadano marroquí, con pasaporte holandés, A.L., por un delito contra la salud pública después de ser intervenido en la estación marítima con resina de hachís escondida en su vehículo, cuando intentaba cruzar a la Península en uno de los trasbordadores que cruzan el Estrecho. Los hechos relatados en el escrito de acusación ocurrieron el pasado 12 de abril, cuando el ya condenado despertó las sospechas de los agentes de la Guardia Civil que dan servicio en el control previo al embarque en los ferris con destino a Algeciras.
Fue entonces cuando le dieron el alto y tras el registro realizado del vehículo, descubrieron ocultos, en el interior del piso delantero, 24 bloques de resina de hachís que tras su peritaje final arrojaba un peso neto de 8.469 gramos, con un THC del 38,48% y cuyo valor en el mercado se cifra en 13.381 euros.
Los hechos fueron reconocidos por A.L. quien se conformó con una pena de tres años y un día de prisión, así como el pago de una multa equivalente al precio del valor de la droga, 13.381 euros. Asimismo, se ordenó el comiso de la droga y del vehículo ocupado para el pase, así como el comiso del dinero que A.L. llevaba encima, aunque por parte del Ministerio Fiscal, y teniendo en cuenta que no era una cantidad elevada, no se consideró que fuera dinero procedente del ilícito, sino del patrimonio del acusado, aunque sí se solicitó que se embargase este dinero como parte del pago de la multa que deberá abonar.