Algunos de los problemas que hoy preocupan a los ceutíes tienen su origen en el estado de la frontera. Una frontera que está como está porque tanto el PP como el PSOE han querido que así sea. Los Gobiernos de unos y de otros son los únicos responsables de la prolongada falta de inversiones.
Al PP le tiemblan las rodillas desde 2014 y cuando han estallado situaciones críticas han corrido a esconderse bajo la manta. Fueron incapaces hasta de proporcionar a las Fuerzas de Seguridad un protocolo frente a asaltos a la valla.
El PSOE, por su parte, está obsesionado con las concertinas que, de todos los problemas de nuestra frontera, es el que más vende. Concertinas situadas –no lo dicen- a más de seis metros de altura y que ellos mismos pusieron.
Y ahora aparecen otros con una nueva ocurrencia: un muro, de cemento. Idea poco original que además, si quieren conseguir la efectividad del de Gaza, se olvidan de complementar con un elemento esencial: ¿serán capaces de poner también los francotiradores?. Puede que lo revelen cuando ya gobiernen.
Señores: la valla habrá que modernizarla para que cumpla su función pero los tres se olvidan y parecen dudar de la efectividad de un par de secciones de la Guardia Civil dotadas de los medios de contención habituales y con órdenes claras.