Wenceslao Martín Rosales ha vivido de primera mano la angustia en la búsqueda de Manuel Tundidor Cabral, el joven gaditano hallado muerto en el río Napo (Ecuador) tras llevárselo la corriente el pasado sábado. Y la resume así: "Es la experiencia más fuerte desde que estoy aquí", según ha expresado este jueves a El Faro.
Como director académico de la internacionalización de la Universidad de Granada, fue de las primeras personas en tener noticia del suceso y el pasado sábado las tías de Manuel, y Martín Rosales junto a ellas, pusieron rumbo a Ecuador, adonde llegaron el domingo.
Martín Rosales asegura que ya se está gestionando la repatriación del cuerpo del joven gaditano para que pueda estar con su familia cuanto antes. Aunque todavía no hay fecha oficial de vuelta, “se está haciendo todo lo posible” para que retorne cuando lo hagan sus tías.
El representante de la UGR destaca la “cooperación y eficiencia” en las gestiones entre familia, Universidad y organismos del estado. “El trabajo del consulado, que es el que lleva este tipo de temas, y el Ministerio del Interior está siendo excelente”, afirma.
Martín Rosales ya ha comunicado a los compañeros de Manuel que pueden volver a casa o bien acabar la estancia formativa. "Ahora están muy afectados y les hemos dejado que decidan con la cabeza fría el tiempo que necesiten", cuenta. Sobre la posibilidad de reemplazarles por otros alumnos, no se contempla ya que el proyecto finaliza el 30 de abril.
Días de angustia
“Yo, como representante de la Universidad, y el personal del consulado hemos estado pegados a las tías de Manuel”, continúa Martín Rosales, quien en sus cuatro años de experiencia al frente de los programas de internacionalización de la UGR ha vivido situaciones similares, aunque ninguna tan dura como esta.
“La primera emergencia que viví fue la de los atentados de la sala Bataclán, en París”, recuerda. A ella, se han sumado situaciones como terremotos, erupciones volcánicas que le han obligado a activar el protocolo de emergencia en México o, al igual que en el caso de Manuel, en Ecuador.
El protocolo que tiene la UGR en casos de emergencias como esta es avisar primero a los familiares y después al Consulado y a la Embajada. El último paso es avisar a la Universidad Nacional del Chimborazo donde actualmente 11 alumnos de la UGR están realizando una estancia formativa que concluye el 30 de este mes. "Ha sido una fatalidad y ya está", finaliza.