n realidad pocos actos culturales se celebran colaborando las ciudades del norte de Marruecos y Ceuta, a pesar de la variedad de temas y sucesos que es posible compartir. Sin embargo, el pasado 2 de abril se trasladaron a Larache el Director y el Decano de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Ceutíes para asistir a una importante actividad.
De Madrid había llegado también el profesor Víctor Morales Lezcano, reputado historiador, profesor emérito de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y especialista en temas del mundo árabe en general y de Marruecos en particular.
Todos coincidieron en Larache invitados por el Centro Marroquí de Estudios Hispánicos que estaba representado por el diplomático Mustapha el Hor que había preparado la actividad a desarrollar en la antigua Comandancia General que, remodelada por la Junta de Andalucía, es edificio ya histórico y que constituye uno de los atractivos arquitectónicos de la ciudad.
Así, en el patio principal del palacete lleno de público, se desarrollaría la conferencia del profesor Morales Lezcano sobre el tema Política exterior de España (1880-1918). A propósito de la tercera edición de la obra “León y Castillo, embajador”. La presentación del conferenciante corrió a cargo de Mustapha el Hor en nombre del citado Centro Marroquí de Estudios Hispánicos que lo hizo en árabe y español y del Director del Instituto de Estudios Ceutíes José Antonio Alarcón que igualmente dirige la Biblioteca Pública Adolfo Suárez de Ceuta. Ambos destacaron la figura del profesor Morales Lezcano y su larga tradición como autor de obras dedicadas en concreto a las relaciones hispano-marroquíes.
El tema de la conferencia quedó desarrollado con brillantez y captó la atención de los asistentes
El tema de la conferencia quedó desarrollado con brillantez y captó la atención de los asistentes, porque Fernando León y Castillo, como embajador de España en París, fue testigo de primera fila y a veces participante, en los acontecimientos que llevaron a la Primera Guerra Mundial y a las negociaciones sobre el Protectorado de Marruecos con Francia. El profesor Morales Lezcano se refirió a los distintos acuerdos, algunos secretos sobre Marruecos. Existe incluso un mapa con el entelado de la época y procedente de la Presidencia del Consejo de Ministros de España, donde se marcan los límites de esos distintos proyectos y Tratados hispano-franceses, reduciéndose en ellos los límites de la zona española desde cerca de Rabat y comprendiendo Fez en el proyecto de 1902, hasta los Tratados de 1904 y 1912 que subieron las fronteras considerablemente, sin contar el acuerdo de 1925 y el límite efectivo de 1928.
En las conversaciones posteriores a la conferencia, se destacó por varios de los asistentes la figura del que fue Cónsul de España en Tetuán-Larache Javier Jiménez-Ugarte, por su labor respecto a la ciudad y por las facilidades dadas para la creación del Centro Marroquí de Estudios Hispánicos.
En Ceuta
Después de los actos mencionados y como continuación de los mismos ya en Ceuta, el jueves 4 de abril tuvo lugar un encuentro en la Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez y el profesor Morales Lezcano desarrolló el tema Del armisticio a la paz de París. El Tratado de Versalles y el destino de Europa (1918-1919). Es este un dato apasionante, por cuanto esa página de la historia de Europa fue determinante para marcar su destino posterior, tanto en lo que se refiere a la creación de la Sociedad de Naciones, la Segunda Guerra Mundial y ya posteriormente, la puesta en marcha de la Comunidad Económica Europea.
Pero no terminaron aquí los actos en que se trató el tema del Embajador León y Castillo y Europa, sino que el viernes 5 y en el nuevo salón de actos del Instituto de Estudios Ceutíes, tuvo lugar una charla-tertulia sobre el tema La Unión Europea ante el desafío electoral que se avecina, en la que el profesor Morales Lezcano pudo situar a los presentes en la realidad actualizada de la citada Unión Europea (UE), estableciendo algunas alternativas de futuro.
En el informal coloquio posterior se procuró acercar el foco a la situación de Ceuta en concreto y pude opinar que, aunque la aportación económica de la Unión Europea a la ciudad ha sido considerable, no puede decirse lo mismo de la atención que se ha prestado a Ceuta a la que califiqué como la ignorada ciudad que es, sin embargo, frontera terrestre sur de la Unión Europea.
Para apoyar lo anterior, aparte de no contar con representación en Bruselas, cité la ausencia de un Plan de desarrollo regional (POSEI) para Ceuta como el de Canarias o Madeira y el fracaso sin protección de las Reglas de Origen. Además, el silencio de la citada Unión Europea cuando Marruecos no participó en los programas transfronterizos con Ceuta que pasaron sobre todo a Andalucía, a pesar de que su frontera con el país magrebí no es tan clara y determinante como la de Ceuta. Incluso, últimamente, la simple invitación para que un funcionario de la UE visitara Ceuta para explicar el funcionamiento normal de una frontera europea, no fue atendida mientras que a Gibraltar acudieron enseguida que surgieron retenciones. Y años atrás el olvido para dotar a la isla energética que es Ceuta, de una salida propia del cable eléctrico submarino que une Europa y Marruecos.
Todo ello sin contar los proyectos que ni siquiera se presentaron como la Escuela de Negocios a caballo con Marruecos, la zona industrial o para destrucción de residuos sólidos, también compartida, que propuse en su día y otros.
El resumen de las actividades en Larache y Ceuta es que fueron un éxito y será necesario propiciar en el futuro encuentros culturales con Marruecos para estrechar las relaciones fronterizas.