Los maestros de Biblioteca consiguen la jornada completa tras una década de demandas

Los maestros de Biblioteca del Convenio MECD-Ciudad acaban de firmar el cese de su batalla. Una contienda abierta desde hace 18 años, cuando el Convenio inició su andadura, y que encabezaban con la demanda de conseguir ejercer su trabajo a jornada completa. Una reivindicación justa, a su entender, ya que se encontraban en una situación de desigualdad con respecto al resto de profesionales acogidos, cuyo contrato contempla esa jornada de ocho horas desde los inicios.

Para estos profesionales, que se cifran en unos doce, la lucha, al fin, ha surtido efecto, y desde esta semana ya ejercen su trabajo en esa deseada jornada completa. Las negociaciones comenzaron el pasado diciembre, cuando entre el hartazgo y las desesperación las movilizaciones adquirieron más fuerza y ambas administraciones accedieron a sentarse y negociar esas condiciones laborales. Tras un mes de acercamiento y acuerdo, esa “justa” reivindicación ha sido aceptada tanto por el Ministerio como por la Ciudad.

La cifra de estos profesionales ha descendido en los últimos años, al igual que la del resto del personal integrante del Convenio. Docentes que lo abandonan por diferentes motivos y cuyas plazas se amortizan, han llevado a una situación de itinerancia al resto de sus integrantes, lo que se traduce en que existen centros en los que la figura del maestro de Biblioteca no existe, y los que sí cuentan con estos profesionales, tan solo disponen de ellos por unas horas, consecuencia también de esa media jornada laboral. Así, está nueva medida, no solo supone una victoria para los propios maestros, también para los centros educativos que, a partir de ahora, podrán contar con las funciones de estos profesionales.

Han comenzado esta semana la jornada completa después de un mes de negociaciones

El cometido que contempla el Convenio para los maestros de Biblioteca se integra en el ‘Plan de refuerzo de la competencia lectora’, dirigido a la apertura a toda la comunidad educativa de las bibliotecas escolares de los centros públicos, con el objetivo de reforzar las acciones que se llevan a cabo en el ‘Plan de fomento de la lectura’ en centros escolares y los programas de acompañamiento escolar diseñados por el Ministerio de Educación

Este plan contará con los efectivos humanos necesarios, nunca inferior a doce profesionales con media jornada, que aseguren que su ámbito de actuación abarcará a los colegios públicos de educación Infantil y Primaria de la Ciudad y a los institutos de educación secundaria que desarrollen acciones incluidas en el Plan PROA (programas de refuerzo, orientación y apoyo escolar). Las acciones que se realicen al amparo del presente plan deberán estar estrechamente relacionadas con el fomento de la lectura y la utilización de la biblioteca como recurso educativo.

Menos docentes

Unos ochenta docentes conforman el Convenio frente al centenar con el que arrancó. De ellos, cada vez más han tenido que asumir funciones de itinerancia entre centros, como confirmaba el consejero de Educación, Javier Celaya, que justificaba la ausencia de sustituciones en una falta de inversión económica. “La Ciudad asume tres cuartas partes del Convenio, que se traduce en 2.400.000 euros, es decir lo paga casi todo”, señalaba. Por su parte, el director provincial, Javier Martínez, corroboraba tal afirmación. “Tiene razón, ellos asumen todo el peso y el Ministerio aporta el resto”. Aunque Martínez negaba que la itinerancia haya aumentado durante el presente curso y señalaba que el Convenio se mueve en la misma línea que en años precedentes.

Sin embargo la tensión se acentúa entre ambas administraciones cuando se aborda el descenso que ha experimentado la financiación que procede de la Administración central. “Nosotros no podemos contratar a más personal mientras el Ministerio no aumente su compromiso. El pasado noviembre se firmó una partida de 254.000 euros pero se supone que debería ascender a los 500.000”, aseveraba el consejero Celaya. Medio millón es el que aportó el Ministerio el pasado curso, pero este año ha quedado mermado casi a la mitad. Sin embargo, por parte de la dirección provincial, omiten este dato, confirmando que la financiación definitiva se sitúa en esos 254.000 euros. No obstante, Martínez manifestaba su intención de que esa financiación se incremente de cara al próximo curso.