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Vecinos de Los Rosales piden ayuda a la Ciudad ante los problemas generados por una arqueta
Ya no saben a quién acudir. Son los vecinos del bloque número 35 de Los Rosales, cuya vida se ha visto afectada por una arqueta, la arqueta de la discordia, que no para de atascarse y para cuyo arreglo tienen que estar poniendo dinero de la comunidad. No entienden por qué en otros casos es la Ciudad la que manda a los servicios municipales y en el suyo tienen que ser los propios vecinos los que con dinero de la comunidad tienen que estar recurriendo a las empresas encargadas de arreglarlo. “Ya no tenemos más dinero”, denuncian los vecinos, que recurren a El Faro como última alternativa para intentar buscar una solución. “Salir al portal es imposible, hay niños pequeños que pueden coger cualquier infección. Además es peligroso por la cercanía de contadores de luz”, explican.
“La arreglamos el sábado, también el miércoles y vuelve a estar atascada”, añaden, generándose unos problemas de insalubridad graves que afectan a todos los residentes del bloque. A pesar de haber dado traslado del problema a la Ciudad, no reciben respuesta.