Ayer fue encontrado el cuerpo sin vida de un inmigrante en la playa de San Amaro. Tendido en el arenal, mostraba una imagen que ya hemos visto demasiadas veces pero que siempre impacta. Todas las muertes que llevan produciéndose en Ceuta la convierten en una estación dramática de paso para quienes no pensaban dejar su vida en este lado del Estrecho.
Asusta que haya quienes siguen viendo esto como normal. Quienes consideran que como solo ha aparecido un cuerpo eso ya no es noticia. Que contabilizan los dramas para valorar si debe tener un hueco informativo o no. Es duro pero real.
Ha habido ocasiones en que ni las muertes han merecido atención, como las pateras. Ya nos hemos hecho tan duros que pareciera normal que haya quienes mueran intentando, solo, cambiar de vida. La aparición de este cuerpo llevará su obligada investigación. Siempre habrá quien luchará por intentar saber sus datos, conocer su origen.
Algo que no siempre se logra porque resulta complicado, más aún cuando se trata de personas que proceden de países en los que ni siquiera hay registros o censos. En este caso se trata de un joven que estaba tan deteriorado que la cosa se complica aún más, bastante más. Paralelo al triste hallazgo de este cuerpo se produjo un auténtico estallido social en el CETI.
Los hechos trágicos derivaron en una tangana en un CETI que debe ser controlado
Un centro que aguanta como puede la presión y que se ha convertido en un auténtico laboratorio para la Administración. Subsaharianos culparon a los argelinos de la muerte de este joven, aun sin saber siquiera que su compatriota desaparecido pueda ser él o no. El hecho es que se produjo este altercado, que es uno más de los que se han repetido en las instalaciones del Jaral. Se vivieron momentos de tensión que amenazan con repetirse, manteniéndose un centro en unas condiciones inasumibles.
Primero como garantía para sus propios trabajadores, segundo para el resto de residentes. Tenemos a un colectivo argelino que lleva demasiado tiempo en el centro, al que no se le da salida de ninguna forma. Tenemos a otro subsahariano que ha mostrado enfrentamientos cada vez más tensos con los primeros, sin que se hayan adoptado medidas más relevantes para evitar que esto vaya a más.