Visto para sentencia quedó ayer el juicio contra Y.M., acusada de un delito de falsedad e inmigración ilegal por el que el Ministerio Fiscal le pide diez meses de prisión y 900 euros de multa. Los hechos se remontan al pasado mes de marzo cuando una marroquí intentó embarcar en dirección a la península empleando el pasaporte de Y.M., la cual testificó que le había sido sustraído de su propio domicilio por esta mujer tras invitarla a su casa para regalarle ropa.
Mientras la marroquí testificó, tras su detención en el Puerto, que Y.M. era su prima y que le había vendido la documentación por una determinada cantidad de dinero, la acusada negó tales hechos e insistió en su intención de denunciar el robo en cuanto tuvo conocimiento del mismo, aunque en la Comisaría de la Policía Nacional le informaron que la marroquí ya había sido detenida y que debía presentar la denuncia al día siguiente en el área de Extranjería.
Los cinco policías nacionales que testificaron en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal número 2 coincidieron en asegurar que Y.M. no se había personado en las dependencias policiales para interponer la denuncia hasta después de conocer que su pasaporte había sido utilizado de forma fraudulenta.
Aunque la marroquí no se personó como testigo, en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal número 2 se leyó un edicto sobre su declaración en Instrucción en el que se retractó de su primer interrogatorio negando haber entregado dinero a la acusada y argumentando su nuevo testimonio en que no hubo presente un intérprete de árabe, hecho que fue negado por uno de los agentes.