Expectantes y curiosos. Atentos a cualquier cambio en su entorno. Son los gatos de la Protectora de Animales. Resguardados de los riesgos de la calle y de las inclemencias del tiempo, al menos ellos sí tienen una oportunidad de encontrar un hogar, pero siguen a la espera de que alguien se fije en sus atractivos, los que solo este felino es capaz de desplegar para llamar la atención.
Como ‘Spidercat’, al que dejaron en la puerta siendo un bebé y que utiliza la ‘escalada’ para que se fijen en él. “A todo el que llega le escala por el cuerpo para que le den caricias.
Es buenísimo y esperemos que encuentre pronto una casa”, explica la presidenta de la Protectora de Animales, Montserrat Fernández. Es el día a día de los voluntarios de la Protectora de Animales.
Llegan a las dependencias y en su puerta encuentran una caja con uno o más gatos, muchos de ellos con apenas unos días de vida y escasas posibilidades de sobrevivir. “Cada pocos días encontramos a gatas preñadas y también nos dejan gatos muy pequeñitos a los que intentamos sacar como podemos pero es muy difícil y muchos mueren”.
La única opción para estos pequeños es encontrar una madre nodriza que los adopte y cuide como al resto de sus crías. “Si los aceptan pueden tener una oportunidad, en caso contrario es muy difícil porque cada dos o tres horas hay que darle de comer y aunque durante el día estamos pendientes de ellos, por la noche están solos y si no tienen a esa madre adoptiva que los cuide es muy complicado que salgan adelante”, se lamenta Fernández.
El retraso en el inicio de la campaña de la Consejería de Sanidad de recogida, castración y suelta de gatos callejeros, más conocida como TNR, no ha ayudado a frenar la proliferación de estas camadas por toda la ciudad.
Mientras se pone en marcha un nuevo programa, la Protectora afronta este aumento de la población de felinos con la castración diaria de dos gatos callejeros o bien procedentes de las colonias controladas. “Es la única manera de quitar algo de presión porque estamos saturados de gatitos”, matiza la presidenta de la Protectora. Para muchos de ellos la calle es sinónimo de muerte.
Es el caso de Niu, un pequeño gato de menos de dos meses de vida que carece de visión. “Nos llegó como suele llegar la mayoría, con una grave infección en los ojos que hizo imposible salvarle la vista".
"En la calle no puede sobrevivir, es imposible, y necesita una adopción para salir adelante”
La falta de visión no es en absoluto un impedimento para que gatos como Niu lleven una vida totalmente normal. “En una casa puede vivir perfectamente porque enseguida se adaptan a las medidas. En la habitación donde vive ahora no se tropieza. Solo espero que alguien se fije en él porque es un gato muy tranquilo y buenísimo”. La nobleza de algunos de estos felinos les ha pasado factura.
Confiar en el ser humano no siempre tiene un buen final. No al menos para Ángel, un joven gato que tuvo un fatal encuentro con alguien carente del más mínimo respeto hacia otros seres. “Vino con la barriga hinchada porque no podía hacer sus necesidades.
Estaba a punto de reventar. En una radiografía se descubrió que tenía el rabo y la columna rota y el veterinario nos dijo que lo habían revoloteado por la cola y le habían provocado una fractura terrible”. Sin saber si tenía posibilidades de sobrevivir, tras una intervención quirúrgica y varios días sondado para extraerle el líquido acumulado, finalmente la lucha de Ángel dio resultado.
Aunque hubo que amputarle la cola, el animal se recupera en las dependencias de la Protectora y no ha perdido la confianza en el ser humano. “Si te acercas a su jaula, se roza y ronronea. Aparte de ser una preciosidad, es un gato que destaca por su gran nobleza”. Los abandonos siguen siendo la tónica habitual en la jornada de estos voluntarios. En la puerta de la Protectora aparecen casi a diario.
Otros proceden de la recogida de animales abandonados por personas que los echan a la calle sin ningún tipo de miramiento. Todos tienen tras de si una dramática historia de supervivencia. Ahora están a salvo, pero necesitan el calor de un hogar donde entregar todo el cariño que llevan dentro. Vea el vídeo en www.elfarodeceuta.es.
Buen día quiero decirle que a veces no es que uno quiera abandonarlos o dejarlos en sitios a expensa de la gente no educada para hacerles maldad en mi caso tengo problemas con mis vecinos porque algunos no tienen animales porque no lo consideran los otros porque el gato trae enfermedades mas que un perro, perico o otro animali que consideren mas inofensivo para ellos y en toda la república de nuestro país no existe un albergue para animales.
Muchas gracias por su atención.
Gracias a todas las buenas personas que ayudan con su bondad a curar a todos estos pobres animales que otros con su maldad hirieron gracias por existir,