Acemsa y la barriada de San José-Hadú llegaron a un acuerdo sobre una construcción que ha generado la discordia entre vecinos y obreros. La empresa municipal procede a la renovación completa de la red de abastecimiento de agua potable a las viviendas y, por este motivo, construyó un armario de control de fugas en medio de la calle Blond Mesa.
El malestar ocasionado por la ubicación de este armario de control de fugas en mitad de la calle estuvo acompañado de un acto vandálico: el derribo de la construcción. Según Acemsa, el presidente de la Asociación de Vecinos aseguró que no fueron los vecinos, sino un “encapuchado”.
Los técnicos de Acemsa llegaron a la determinación de optar por otra forma de hacer lo mismo: mediante una arqueta soterrada. Ayer se personaron en la barriada y comunicaron su decisión de trasladarlo a otro sitio, lo cual satisfizo a los vecinos.