El cadáver recuperado la semana pasada por componentes de los GEAS de la Guardia Civil, flotando en aguas del Recinto, se corresponde con el de un joven de Marruecos. A su identidad plena se ha llegado tras el cotejo de sus huellas por parte de la Policía Judicial de Ceuta, ya que se trataba de una persona que había estado con anterioridad en la península y a la que le constaba expediente de expulsión, según los datos a los que ha tenido acceso este periódico.
La identificación por su apariencia física resultaba imposible debido al deterioro del cuerpo que, al menos, llevaba una semana en el mar. La autopsia determinó su fallecimiento por ahogamiento y desde entonces su cadáver permanece en una de las neveras de la sala de autopsias a la espera de una identificación que ahora se ha conseguido. Este hecho permitirá contactar con sus familiares por si cabe la repatriación a Marruecos antes de su enterramiento en Sidi Embarek.
Todo apunta a que el fallecido intentaba una entrada irregular por vía marítima a sabiendas de que acceso por la frontera con documentación era imposible. Fue encontrado con unas aletas, como las que usan los pasadores para cruzar con facilidad de lado a lado en el espacio entre fronteras.
El país que nos ha tocado de vecino.
Hay un muerto y usted lamentando lo.si no te gusta mudate a otro.