Una despedida triste. Abdelatif Lemagui, secretario general de la Comunidad de la Mezquita de Sidi Embarek, inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, comunicó ayer que Ahmed Liazid deja su puesto de imam de los viernes en este templo islámico en una jornada sin incidentes. El daño causado a la imagen de la ciudad autónoma, la propia comunidad musulmana y, en definitiva, a la convivencia, debido a los enfrentamientos entre los dos sectores que coexisten en Sidi Embarek, ha provocado su marcha. Aunque, subrayó Liazid, “siempre estaré dispuesto a contribuir al entendimiento desde unas bases de diálogo”.
El imam Mohamed Zaqlul tomó ayer el relevo de Liazid al frente de la ceremonia más importante de la semana para los musulmanes. El ceutí conoce al religioso marroquí designado para esta función ya que ambos son profesores y compañeros, aseguraron los presentes. Los asiduos a la mezquita expresaron su predisposición para que Zaqlul continúe al frente de esta función debido a su mensaje pacífico, el cual trasmitió a los fieles durante el sermón.
Sin embargo, el religioso que ejerza como tal de forma definitiva o la fórmula para su nombramiento surgirá de los próximos contactos entre las partes implicadas en esta controversia.
El Ministerio de Asuntos Religiosos de Marruecos es la instancia que ha nombrado a Zaqlul para desempeñar esta labor ayer, decisión que los fieles de la comunidad aceptaron a pesar del “importante valor de las enseñanzas de Liazid” y su “apuesta por el entendimiento y la convivencia en la propia comunidad y con el resto de confesiones religiosas”, destacó Lemagui. El presidente de la Comunidad de la Mezquita de Sidi Embarek y el presidente de la Comunidad Musulmana de Ceuta además de presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas mantuvieron un encuentro en la sala de rezo de la mezquita antes de la oración, donde se abordó esta cuestión.
Rondan las 13.30 horas cuando Liazid y Zaqlul aparecen juntos junto al mihrab frente a los fieles que se aproximan a la cabecera de la mezquita. El imam ceutí realiza un llamamiento a la calma para “cultivar la convivencia” además de fomentar el “entendimiento entre unos y otros” y “acabar con el ridículo”, fragmentos que expresó en español. Su intervención, en definitiva, tradujeron los presentes, persigue devolver el sosiego a la mezquita principal de la ciudad autónoma y acabar con el enfrentamiento que ha marcado el rezo del viernes desde el 26 de febrero. Los aplausos de los fieles secundaron las palabras del imam. En otro de los fragmentos en castellano de su discurso, Liazid proclamó su condición de “caballa, ceutí y español” sin renunciar a sus raíces.
El imam marroquí tomó el relevo del hijo de Ceuta y ofreció un sermón sobre la necesidad de finalizar las tensiones en Sidi Embarek. A su salida de la mezquita, los fieles le esperaban para saludarle porque, aunque haya anunciado su marcha, el nombre de Ahmed Liazid ya está vinculado para siempre a la mezquita de Sidi Embarek.
Una posible futura biblioteca islámica en la ciudad
Yalila Liazid, hija del imam, nunca se ha separado de su padre en unas semanas salpicadas por la tensión y las diferencias en el sento de la comunidad de la mezquita. “Mi padre no va a seguir con esto porque él no estaba interesado en volver, sino que la comunidad lo reclamó”, sin embargo, comunicó que la voluntad de Ahmed Liazid es “ayudar en cualquier cosa que pueda”. Lamenta la hija del religioso que “nadie atendiera el mensaje que trae, es decir, el diálogo interno y con otras culturas”, acompañado de que ofrece “parte de sus libros para crear una posible futura biblioteca islámica en la ciudad y nadie le dio la oportunidad de explicarse”. Yalila Liazid asegura que con la vuelta de su padre su familia “no logra más prestigio ni lo pierde porque se marche”. La tranquilidad imperó en el rezo y el contraste entre los sectores que protagonizan la división de los fieles de Sidi Embarek quedó patente: el Consejo Rector, sin personalidad jurídica, manifestó su satisfacción por el rezo, mientras que la Comunidad de la Mezquita manifestó su tristeza.