Los primeros tripulantes del Zapolyarye consiguen ser repatriados a Rusia. Tras hacerse efectiva la póliza del seguro obligatorio contratado por la empresa armadora Murmansk Shipping Company, seis integrantes de la tripulación, entre ellos un cadete, han podido salir del barco rumbo a su país de origen.
Después de permanecer casi cuatro meses sin rumbo fijo y tras 19 días fondeados en las costas de Ceuta, parece que éste ha sido el punto y final de una historia que ha empezado a cobrar algo de luz y que vierte esperanza para el resto de la tripulación.
Desde primera hora de la mañana de ayer, los cuatro varones y dos mujeres fueron trasladados desde el carguero al puerto por la consignataria, donde fueron conducidos hasta la Jefatura Superior de la Policía Nacional para tramitar el visado correspondiente para poder ingresar en la península y volar desde allí hasta Rusia.
Una vez con toda la documentación el regla, a las 12 del mediodía los seis extripulantes pudieron tomar el ferry hasta Algeciras, desde donde se trasladaron hasta el aeropuerto de Málaga para tomar un avión con destino a Roma, que más tarde conectarían con otro vuelo que finalmente aterrizó en Moscú la madrugada de hoy.
Estas seis personas ya están en casa, pero el resto sigue sin saber cuándo los podrán regresar a su país. Según fuentes del puerto, además de la ayuda recibida el martes por la mañana por la empresa gaditana Macpherson, a través de Cruz Roja, esa misma noche la empresa armadora envió cinco tripulantes nuevos, entre ellos un capitán, que ya forman parte de la tripulación del Zapolyarye.
Con el reemplazo, también llegaron provisiones. Confirman que el armador mandó 60 toneladas de agua potable para su consumo y mantenimiento, además de víveres para permanecer en el interior del barco 20 días más. Aunque la empresa está empezando a responder, desconocen cuándo se va a dar la orden de partir hacia otro puerto, ya que por el momento no cuentan con combustible suficiente para navegar.
Este cambio de actitud del armador da esperanzas de que este conflicto laboral, que viene arrastrando la compañía desde hace meses, pueda finalizar pronto. Fuentes portuarias esperan que así sea y ven positivo este relevo de la tripulación, ya que el hecho de que haya trabajadores nuevos puede significar que pronto se pueda tomar rumbo de nuevo, ya que no creen que la empresa vaya a mandar tripulantes nuevos para que sigan fondeados en el mar.
En cuanto a la salida y atraque a otro puerto, para resolver la situación desde tierra, las mismas fuentes no lo ven viable. Reiteran que el buque se encuentra en un fondeo seguro y admiten que si la compañía armadora tiene problemas de liquidez, el ir a puerto le supondrá un desembolso de remolque, ya que sigue sin combustible para navegar, así como por el pago de los días que permanezca atracado en el puerto.
Otro problema que se plantean es la dimensión del puerto de destino, ya que el calado del Zapolyarye es de 10 metros, por lo que no puede atracar en cualquier puerto.
Pese a todas estas dificultades, la salida de estos seis tripulantes y la llegada de cinco nuevos arroja algo de luz en este conflicto laboral que mantiene, desde hace cerca de cuatro meses, a esta tripulación en el interior del barco, sin poder llegar al puerto de destino.
Ayer seis de ellos se despidieron de la tripulación y de la última ciudad a la que llegaron con el Zapolyarye, Ceuta. Un final feliz que parecía no llegar. Con sus billetes en la mano y una sonrisa de alivio, los cuatro hombres y las dos mujeres partieron rumbo a sus casas en Rusia. Mientras tanto, el resto de la tripulación espera correr la misma suerte y poder volver, al fin, a sus casas. Hasta que llegue ese momento, seguirán fondeados en la costa de Ceuta, viendo pasar los días hasta que la empresa decida qué va a ser de ellos.
But this is not the end of history. Another 10 crewmembers waiting for repatriation too