Las familias de feriantes se han convertido en los auténticos sufridores de una situación de la que ellos no tienen culpa. La presión migratoria en el puerto les obliga a permanecer durante horas retenidos en Ceuta hasta que por fin puedan salir a la península en alguno de los barcos, después de someterse a múltiples registros. Lo peor de esta situación es que además carecen de servicios básicos en la zona de pre-embarque, algo que era denunciado durante la mañana de este lunes por muchos de estos profesionales a FAROTV.
“Mira como estoy, con toda la ropa sucia de meterme en el camión y revisar todo. No tengo ningún sitio en donde lavarme. Aquí hay niños pequeños que no tienen ni un servicio”, denunciaban por la mañana aquellos afortunados que podían salir en los primeros barcos.
Una madre y su hija, feriantes de toda la vida que tenían que marchar a Sevilla, lamentaban esta misma carencia. “No tengo ni sitio donde cambiarme”, espetaba la joven.
Durante la mañana salieron algunos de los feriantes, pero por la tarde siguen quedando familias que llevan esperando para marchar desde las 11.00 horas. Pasadas las 23.00 y todavía siguen en el puerto en esta situación. Mañana y pasado seguirán abandonando la ciudad el resto. En conversación con este medio se quejan de las largas esperas después de una Feria dura, de mucho trabajo y presión.
Critican la tardanza por la falta de organización para embarcar. “En lugar de tener dos filas para hacerlo cada uno con su compañía, estamos todos mezclados sin poder avanzar. Los barcos se van de vacío o con un camión a lo sumo”, apuntan. “Después no tenemos comodidades para todas las horas que tenemos que estar aquí. No hay baños, ni siquiera un lavabo para asearte, las condiciones son pésimas habiendo niños y personas mayores”, matizan.
La presión por la presencia de inmigrantes era otra de las quejas, sobre todo por la falta de policías para vigilar el desmontaje de las atracciones. “Este año ha habido más que otros, sobre todo muchos niños”, denuncian.