Dicen que no van a volver. Han llegado hasta Ceuta para cruzar a Marruecos en plena fase de la OPE y se han topado con un auténtico infierno.
Esta es la cara que está ofreciendo nuestra ciudad a los marroquíes que marchan al vecino país para pasar sus vacaciones. Son nuevos sufridores de una situación, de un colapso fronterizo, del que ya estamos pagando solo las primeras consecuencias.
En la ruta camino a la frontera nos topamos ayer con familias que llevaban 25 horas al volante, escogieron la línea marítima de Ceuta y resulta que cuando iban a cruzar el Tarajal se toparon con un caos, con un descontrol absoluto permaneciendo retenidos en la explanada o en las colas a pleno sol. ¿Saben lo que decían? Que nunca más volverían a seguir esta ruta.
Y eso es una cantinela que ya este año nos está haciendo daño porque muchos, tras sufrir las colas el pasado, decidieron no repetir por nuestra ciudad. Ahora nos seguirá haciendo el mismo daño, teniendo repercusiones nefastas para esa Ceuta turística que incongruentemente se vende en otros foros que ignoran la situación real.
Las consecuencias son nefastas para una ciudad que no sabe acoger como debe el tránsito OPE
Ha existido tanta dejación, hemos estado dominados por gente tan inepta y tan incompetente que tenemos estos resultados sin solución.
Se quejan los de la OPE, los que nos han elegido tras más de un día al volante para ser recibidos así. Se quejan los vecinos a los que no se les da solución y que tienen que acostumbrarse a un bloqueo sin opción siquiera a protestar.
Se quejan los trabajadores de centros cercanos porque no pueden siquiera cumplir con sus horarios. Y seguimos atrapados en una situación de bloqueo, de relación de divorcio permanente con Marruecos, que nos está dejando en la peor de las situaciones.
¿Y qué hacen los de antes y los de ahora? Pues pueden quedar pensando y pensando hasta encontrar una respuesta de peso, más allá del ‘estamos trabajando’ o ‘es nuestra máxima preocupación’.
Los hechos son los que cuentan, la realidad nos asesta una bofetada cruel y nos ofrece una delicada situación para una Ceuta que no puede vivir de espaldas al vecino país, que lleva elegido un mal camino y que vive atrapada en una nula inversión que dio pie a las desastrosas infraestructuras que tenemos y a la pérdida de presencia ante un país que se ha convertido en el vecino molesto del quinto.
Nadie asume ninguna responsabilidad. Politica de parcheos, subvenciones y amiguetes. Y mirar para otro lado. El pequeño, dulce y marinero se constituye en Pilatos y se lava las manos, mientras se crucifica a los sufridos ciudadanos ceuties. Seguimos en esta cienaga.
Y aqui lo dejo . . .