Los apedreamientos y actos vandálicos contra la línea 7 de la empresa de autobuses Hadú-Almadraba lejos de cesar se han convertido en episodios constantes de los que los conductores ya están “inmunizados”. Sin embargo, este nuevo suceso que se produjo en la noche de este domingo, en torno a las 21.30 horas, en las inmediaciones de Arcos Quebrados, adquirió un cariz más grave.
Los hechos se produjeron cuando el autocar atravesaba la zona de Arcos Quebrados. Allí una “gran piedra” atravesó la luna trasera impactando contra los dos pasajeros.
Los afectados, oriundos del país vecino, fueron trasladados al Hospital Universitario, sin embargo rechazaron denunciar el suceso que fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil, presente en la frontera, por parte del conductor del vehículo.
No obstante, la empresa no adoptará ninguna medida al respecto. Según el presidente del Comité de Empresa de Autobuses, José Antonio Blanco, “los trabajadores están inmunizados, la única solución es cortar el servicio por un tiempo y, después, retomarlo sin que la situación haya sufrido ningún cambio”.
Pese a esta actitud pasiva, apunta Blanco a que viajar en esta línea “se ha convertido en un deporte de riesgo”, y acecha parte de la responsabilidad a la ausencia de seguridad, ya que se trata de episodios que se producen de forma reiterativa en base a los mismos patrones de actuación.
“Suceden siempre los fines de semana, a la misma hora y en la misma zona, por lo tanto si aumentase la presencia policial, ya que durante esos días no hay ni un solo agente, se podría evitar”, expresa.
Con el de anoche, la empresa ya suma cuatro incidentes por apedreamiento en el mes de junio que, además, han generado dos jubilaciones anticipadas por incidentes laborales, uno de ellos perdió un ojo.