Nunca en la historia de Ceuta se había celebrado una Procesión Magna Mariana como la que ceutíes y foráneos podrán contemplar este sábado 16 de junio en las calles del Centro de Ceuta. Sin embargo, existe un precedente en el Viernes Santo del año 2000, cuando el Consejo de Hermandades y Cofradías organizó un Santo Entierro Magno que contó con la participación de 13 pasos que, por primera vez, se vieron juntos en Ceuta.
Como reflejó el periódico El Faro de Ceuta el Domingo de Resurrección, la Semana Santa echó aquel año el cierre con el buen sabor de boca dejado por un pueblo que se entregó en cuerpo y alma al fervor y ensalzamiento de los pasos. El Santo Entierro Magno fue un ejemplo claro del buen discurrir de una Semana Mayor que recibió el cariño de todos los caballas.
El 21 de abril del año 2000 es recordado como la primera vez que las cofradías de penitencia de Ceuta realizaron el recorrido procesional junto a la Hermandad del Santo Entierro y unidas bajo la Cruz de Guía de madera de esta misma Hermandad, rememorando una tradición que se remonta varios siglos en el pasado y que desde entonces apenas se había visto de nuevo en la ciudad.
Fue el Consejo de Hermandades y Cofradías el que decidió retomar la tradición para que no quedara en el olvido, aprovechando que el año 2000 tiene una significado especial, más allá incluso del cambio de milenio. En definitiva, lo que el Santo Entierro Magno pretende es respaldar la Semana de Pasión de Ceuta conmemorando la celebración del Jubileo del año 2000 así como la culminación del Sínodo Diocesano de Cádiz y Ceuta.
El Consejo de Cofradías y Hermandades recuperó esta tradición aquel año
“Es algo que debe ser solemne y para una celebración concreta. No se puede hacer todos los años pero ésta es una fecha especial”, indicó el entonces presidente del Consejo, José Montes Ramos.
Así, en el cortejo procesional participaron los pasos de misterio de las hermandades de La Pollinica, La Flagelación, Las Penas, Medinaceli, Nazareno, el Caído, Vera Cruz, La Expiración y Los Remedios, estas últimas, cuya salida penitencial también se desarrolla el Viernes Santo, estuvieron acompañadas de sus pasos de palio (Virgen del Amor y Nuestra Señora del Mayor Dolor), respectivamente. Se unieron también a la comitiva los estandartes y hermanos mayores de las cofradías de La Encrucijada, Nazareno y Descendimiento y Vera Cruz.
“Se tratará de recordar lo que antiguamente se hacía, cuando el Viernes Santo se hacía una procesión en la que las banderas hacían un recordatorio de la pasión de Cristo”, indicó Montes en el año 2000.
Así, el orden en el que se situó cada cofradía en la procesión vino rigurosamente marcado por el dictado de los Evangelios.
De esta manera, la Pasión de Jesús comenzó con la entrada en Jerusalén (Pollinica) y terminó con la sagrada mortaja del Santo Entierro, a la que siguió el paso de palio de la Soledad.
“Es un reto que hace que el pueblo de Ceuta se quede en su ciudad para contemplar algo que es único y que no se volverá a ver en mucho tiempo. Confío en que los ceutíes no vuelvan la cara a la tradición”, sentenció.