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La demolición del polideportivo ‘Díaz Flor’ enfila su última fase y apenas quedan en pie las cuatro paredes de un edificio que ha sido testigo de innumerables competiciones deportivas y actividades dirigidas a todas las edades
A buen ritmo continúan las tareas de derribo de uno de los emblemas de la ciudad en materia deportiva: apenas cuatro paredes es lo que resta del polideportivo Díaz Flor. Los trabajos de demolición dieron comienzo a principios de mes, primero tímidamente, con la retirada de unos materiales que, según la legislación medioambiental, deben ser reciclados. Así comenzaba la desaparición de uno de los grandes y más antiguos edificios que han acogido miles de competiciones deportivas y actividades para todas las edades.
La retirada de los materiales susceptibles de ser reciclados, daba paso a la fase más visual del proyecto, aquella en la que, de manera paulatina, han ido desapareciendo paredes, techo y resto de elementos que integraban unas dependencias que han sido sede de encuentros deportivos durante décadas.
La ciudad se despide de unas instalaciones que nacieron en homenaje a uno de los deportistas que llevaron el nombre de Ceuta hasta el podium olímpico: José Ramón López Díaz-Flor. Su participación en los juegos olímpicos de Montreal en 1976 le valió una medalla de plata en la prueba de K4 de 1.000 metros. Su medallero se amplió entre 1975 y 1978 con seis nuevas condecoraciones en el Campeonato Mundial de Piragüismo.
En apenas unas semanas, del escenario de la barriada Miramar desaparecerá el que ha sido uno de los polideportivos más antiguos de nuestra ciudad. Ha sido precisamente el paso del tiempo el que ha vencido a estas instalaciones: sus cimientos en mal estado o las humedades que se han ido colando entre sus paredes, entre otras muchas carencias, han hecho inviable mantenerlas en pie. La única opción era la adoptada por el Gobierno en base al estudio patológico que aconsejaba un derribo ante las graves deficiencias del inmueble.
El ‘Díaz Flor’ dará paso a unas modernas dependencias donde los grandes protagonistas serán la natación, el waterpolo y el triatlón, pero también dará respuesta a una demanda histórica del waterpolo local: la construcción de una piscina con las dimensiones exigidas para competición.
Un polideportivo que pasará a la memoria de la ciudad, para dar la bienvenida al futuro del deporte.
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