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“Duele ver esos campamentos llenos de refugiados, el trato que a veces padecen en los países de paso, pero todo eso sale del corazón al cual debe imponerse la razón”
Hace unos días oí en Cope Ceuta, dentro del programa ‘La voz de El Faro’, un interesante, acalorado a veces y, a la vez, curioso debate entre el propietario de este diario, Rafael Montero, y su directora, Carmen Echarri. El tema en discusión, inicialmente se refería a la llamada “Marcha de la dignidad” que tuvo lugar el pasado día 6 en recuerdo de los tristes sucesos acaecidos tres años atrás en la frontera entre España y Marruecos, y no en El Tarajal, como hay quienes se empeñan en afirmar, quizás de forma interesada, cargando asó la responsabilidad exclusiva de lo ocurrido en la parte ceutí, es decir, la española.
Sin embargo, en el curso del debate se puso de manifiesto una total disparidad de criterio, que trascendió desde lo sucedido entonces hasta el problema general de la inmigración ilegal, pues mientras Echarri se mostraba contraria a las vallas y partidaria del acogimiento de cuantas personas llegasen hasta nuestra frontera en busca de refugio o de mejores condiciones de vida, Montero mantenía la opinión contraria.
Fue el filósofo francés Blaise Pascal quien, allá por el siglo XVII, escribió “el corazón tiene razones que la razón no comprende”. Mientras los antes citados interlocutores debatían con viveza, me vino a la mente ese conocido pensamiento, porque mientras Echarri –y muchos de los que opinan como ella- hablaba con el corazón, Montero le respondía con la razón.
Creo que toda persona con buenos principios y que actúe llevada por sus sentimientos lo haría como nuestra directora. Y creo también que toda persona de buenos principios que actúe llevada por sus razonamientos lo haría del mismo modo que Rafael Montero. El nudo de la cuestión está en poner la razón por encima del corazón o hacerlo de manera inversa.
En una nación que está saliendo aún de una crisis profunda, que tiene alrededor de cinco millones de parados, que sufre un alto índice de pobreza y cuyos presupuestos están sometidos a severas restricciones por nuestra pertenencia a organizaciones supranacionales como la UE y el Eurogrupo, no resulta razonable abrir de par en par las fronteras y permitir la entrada de miles y miles de personas en condiciones muy precarias, para luego –salvo aislados casos- vivir aquí pobremente, de subsidios u de asistencias gratuitas, si no es explotados en trabajos mal pagados y fuera de toda regulación Porque lo seguro es que ni las fronteras terrestres de nuestros países vecinos, Portugal y Francia, ni ninguna otra area, se les abrirían tan alegremente.
Duele ver esos campamentos provisionales llenos de refugiados y de emigrantes económicos, duele el trato que a veces padecen en los países de paso, duele ver esos pequeños cadáveres en las playas, duele verlos colgados en las vallas … Pero todo eso sale del corazón, al cual, guste o no, ha de imponerse la razón, máxime cuando aquí –al menos los mayores- ya tenemos experiencia de lo que supone una inmigración sin vallas.
Observo cómo ‘El Faro’ mantiene al respecto la línea que marca el corazón de su directora y no la de las razones de su propietario, al cual es de elogiar que no trate de imponer la suya. La tuya, amiga Carmen, es la minoritaria. En general, y tristemente, a la gente le interesa poco cuanto suceda en torno a la inmigración, aunque prefiere que no entren más. Solo se preocupa cuando se produce un asalto masivo
Pongo un ejemplo bien demostrativo. A raíz de la decisión de Trump de cerrar sus fronteras a los ciudadanos de diversos países, so capa de evitar así atentados yihadistas, los medios informativos han sostenido una campaña contra tal medida, a la que se sumó una multitud de personas. Con este motivo, la cadena Cope realizó una encuesta por internet con la pregunta de si se estaba o no de acuerdo con dicha decisión de Trump. Pues bien, resultó que dos tercios de los votantes dijeron que “sí”, que lo aprobaban Y es que, además de la razón, también hay miedo y rechazo a la no integración, algo que, lamentablemente, se produce con excesiva frecuencia.
Pasando a otro tema de actualidad, el de la clausura, hoy, de los congresos del PP y de Podemos, es de suponer que la del primero se hará con un acto demostrativo de unidad y moderación, y la del segundo, que se celebra en la Plaza de Toros de Vistalegre, con una corrida “deerrejones”.