La Dirección Provincial garantiza que nunca volverá a ocurrir, pero niega el traslado del niño a otro colegio de Ceuta, a pesar de los signos de miedo del menor hacia la docente que traslada a su madre
La madre de un alumno de 1º de Educación Infantil del colegio ‘Mare Nostrum’ de Ceuta ha puesto en conocimiento de la Dirección Provincial del Ministerio de Educación un incidente escolar en el cual la maestra tutora de su hijo, presuntamente, le pegó a este niño de 3 años en la mano y el trasero.
La progenitora critica que la docente continúe dando clase a 24 niños más y lamenta que su hijo, sin tener culpa de nada, tenga que permanecer en casa desde que empezó el proceso, el pasado 8 de febrero.
El niño tiene pavor a encontrarse con su maestra y, sin embargo, como resaltó su madre, a nadie se preocupa por el menor, ni al centro ni al Ministerio. Como narra ella misma, a día de hoy, el niño aún le pregunta que, si le dice a su tutora que se va a portar bien, ya no le va a pegar más.
La primera gestión que realizó la madre fue poner el incidente relatado por su hijo en conocimiento del equipo directivo el cual, como detalla la afectada, le dijo que hablaría con la tutora y que el niño fuese con normalidad al colegio porque no podía cambiarle a la otra clase de 1º de Educación Infantil.
El motivo que esgrimió, prosiguió la madre, es que no lo permite el colegio de modo que el niño de 3 años, subrayó la perjudicada, se tiene que quedar con esa tutora que, supuestamente, le pegó.
Una negativa dada por el ‘Mare Nostrum’ a pesar de que, como subrayó la progenitora, la docente reconoció en una reunión con el director del centro que le pegó en la mano a su hijo y a otro alumno.
Una confirmación mencionada por la madre en la que la actitud de la maestra dejó mucho que desear y fue descrita por ella como altiva y desafiante. En ese encuentro, la docente se disculpó y justificó la reprimenda, es decir, pegarle en la mano, como algo familiar.
Ante la decisión del ‘Mare Nostrum’, la familia presentó un escrito ante la Dirección Provincial con fecha de registro 12 de marzo sobre el cual recibió respuesta de esta representación del Ministerio el día 19.
En esa contestación fruto de la investigación emprendida, Educación informa de que el inspector hace un requerimiento a la tutora del alumno para que adecue su comportamiento a la normativa vigente.
Asimismo, el Servicio de Inspección se compromete a llevar a cabo un seguimiento de las actuaciones de la docente, para que actúe correctamente y la situación acontecida no vuelva a producirse. Es decir que, implícitamente, Educación reconoce los hechos, como apuntó la madre del pequeño.
Matriculación
La Dirección Provincial exhorta a la madre a matricular a su hijo en otro colegio cuando se abra el plazo de admisión de alumnos, pero, hasta entonces, se pregunta qué hacer porque del 8 de febrero a septiembre ya habrían pasado 7 meses sin ir a clase.
Un perjuicio pese a que la madre cumplió todos los requisitos para la incorporación de su hijo al colegio y que, ahora, se encuentra con que tiene que empezar de nuevo. Una matriculación a expensas de la ratio en el colegio que vaya a solicitar plaza mientras que, argumentó la madre, el cambio es ipso facto en caso de mobbing o cambio de domicilio.
La madre criticó que en el caso de una presunta agresión como la que denuncia no tiene derecho a nada y le parece injusto como poco.
Preocupación
La preocupación de la demandante, aparte de por la distorsión que puede suponer en la relación del pequeño con la educación reglada si continúa en el ‘Mare Nostrum’, se debe a que es consciente de que los colegios próximos a su residencia se ven desbordados cada año por la demanda.
La madre lamentó que, por este incidente denunciado ante Educación, el niño no solo tenga que abandonar un entorno en el que estaba plenamente integrado, sino que ahora, además, se expone a recibir plaza en un centro alejado de su domicilio porque los grupos de 3 años que corresponden a su hijo en los colegios más próximos ya están completos.
Los hechos
Los hechos que motivaron que esta familia recurriese a la cartera ministerial, cuyo titular es Íñigo Méndez de Vigo, se remontan a principios de febrero. Como expuso a la Dirección Provincial por escrito, el niño de 3 años comentó a su madre en 2 ocasiones que en el colegio le habían pegado en el trasero de manera fuerte, ante lo cual ella pensó que fue entre niños y no preguntó nada al respecto.
Así fue hasta el 2 de febrero cuando su hijo le dijo casi llorando y con mucha pena que, peleándose con unos compañeros, le pegó muy fuerte en la mano y le hizo mucho daño. La progenitora preguntó a su hijo quién había sido a lo cual él respondió con el nombre abreviado con el que se dirige a su maestra.
La reunión a la que asistieron la madre, la maestra y el equipo directivo tuvo lugar el 14 de febrero. Como reza en el escrito presentado ante Educación, la tutora reconoció los hechos que su hijo le contó –le pegó en la mano–.
Ante tal confirmación que alegó la progenitora, ella recriminó a la docente que no puede pegar a los alumnos porque ese tipo de acción punitiva de carácter físico no lo contempla la normativa legal española. Ante su observación, continúa, la tutora del estudiante profirió un: ¡pues denúnciame!.
Inspección
Con posterioridad, el 21 de febrero, como fecha el documento sellado, la demandante acudió al Servicio de Inspección del Ministerio de Educación en Ceuta para solicitar información sobre el trámite necesario para requerir un cambio de centro para su hijo.
Un inspector le recibió y preguntó cuáles eran los motivos a los que obedecía la consulta, que no son otros que los expuestos con anterioridad. Durante esa conversación, la madre manifestó su malestar porque, apuntó, el Ministerio le acusó de que esto es una estrategia que utilizan los padres para cambiar a sus hijos a los colegios concertados. Ella aclaró que si le hubiese tocado otra maestra esto no hubiese pasado.