Los estudiantes han desistido de presentar una denuncia, pero exigen soluciones
Usuarios de la residencia de estudiantes siguen padeciendo carencias en algunos servicios básicos y de equipamiento. Después de presentar numerosas reclamaciones, los estudiantes llegaron a plantearse denunciar el caso ante la Policía Local, pero finalmente desistieron en favor de “hacer las cosas por las buenas” e intentar intermediar tanto con la Universidad de Granada como la Consejería de Educación y Cultura.
La portavocía de los estudiantes explica que el problema se lo han encontrado con las competencias del centro. Mientras que una empresa privada es la que gestiona las habitaciones, el resto de espacios comunes es competencia de la Ciudad y de la universidad.
Las principales carencias que reclaman desde principios de curso es el arreglo de la calefacción, que según cuentan los mismos usuarios, lleva todo el invierno sin funcionar, provocando que algunos de los 38 alumnos haya enfermado. De igual manera, han solicitado en varias ocasiones persianas para las ventanas, un congelador por cada planta y carteles que restrinjan la entrada al centro, con el fin de proporcionar más seguridad.
Todas estas peticiones se solicitaron el 14 de febrero y critican que a día de hoy no se haya solucionado ninguna de las cuestiones que se plantearon en una reunión en la que asistió representación de la Consejería.
Mientras tanto y pese a tener ciertas carencias, los usuarios siguen pagando de manera puntual los 247 euros de cuota mensual que les cuesta el uso de una habitación en esta residencia universitaria, por lo que piden también algún tipo de descuento por no contar con un servicio al 100%.
No obstante, la gota que colmó el vaso fue la falta de agua caliente durante la Semana Santa. Debido a una avería, los estudiantes que se quedaron en la residencia durante este periodo vacacional comentaron que durante días carecían de agua caliente.
La empresa administradora reconoció que hubo una avería, pero que se intentó arreglar lo antes posible y que la falta de agua caliente duró apenas unas horas. Además justifican que se dio el aviso a los residentes de que se iba a proceder ha cortar el suministro de la caldera para la reparación.
La representación de los alumnos se ha mostrado especialmente molesta con la Consejería de Educación y Cultura, ya que en su día se ofreció como interlocutora con la universidad para solucionar los problemas existentes y a día de hoy no han encontrado ninguna solución.